Tener los tipos de interés más bajos conocidos en estos últimos ocho años de mandato de Mario Draghi, tendría que haber tenido su repercusión, pero no la tenido por lo menos para las clases medias, pymes o emprendedores.
Mario Draghi, durante ocho años al frente del Banco Central Europeo (BCE) mantuvo unos tipos de interés bajos, llegando incluso al 0%, cosa que no gusto a los Países más poderosos como Alemania o Francia, porque beneficiaba claramente a países como el nuestro ya que se podían financiar a bajo coste, también intervino comprando deuda para que la prima de riesgo bajase. Pero si esto mismo que en EEUU ha dado buenos resultados, alentando el consumo, creando más riqueza y por lo tanto menos paro ¿porque en Europa no ha resultado?
SI vemos distintas estadísticas económicas, al mismo tiempo que bajaban los tipos de interés no se disparaba la inflación tal y como auguraban algunos, pero tampoco los bancos dejaban más dinero, aunque a ellos les salía prácticamente “gratis” y para acabar con este despropósito a los pocos que tenían acceso al crédito se encontraron con una subida de la vivienda que hicieron imposible poder comprar a precios razonables y a los emprendedores se les hacía dejar al niño y al perro para concederles crédito, había dinero barato, pero no servía para nada.
Para que veamos un ejemplo muy cercano a nosotros, en las Islas cuando se establecen descuentos aéreos para los residentes llegando hasta un 75% vemos que los precios finales de los billetes no bajan porque al mismo tiempo suben las tarifas. Son medidas que por si solas no causan efecto, se necesitan nos guste o no unas normas que permitan que las buenas medidas lleguen a los ciudadanos.
Para los bancos la marcha de Draghi es un notición, para los especuladores esperanzados en subidas de tipo de interés para especular también, para los que no quieren arriesgar en invertir en economía productiva y sólo en ladrillo también es un buen día, por lo que me da que para el resto es una muy mala noticia.
Nunca he sido partidario de hacer homenajes a nadie hasta que se mueran, para que no haya sorpresas, pero en este caso por mi parte creo que con sus luces y sombras no ha sido un mal Presidente del Banco Central y los que me conocen y siguen deben de flipar ahora al ver que alabo a un banquero. El problema es el sistema financiero, un sistema arbitrario con mucho poder y capaz de cambiar hasta las normas más beneficiosas para todos si con ello consiguen beneficio. Pero nosotros también tenemos culpa por no exigir más reformas, más controles, porque entre las puertas giratorias de los políticos en grandes empresas, multas irrisorias para las grandes corporaciones, medidas populistas y el miedo que te meten en el cuerpo cada vez que alguien quiere meterles mano, no levantamos cabeza.
Ya ven, si tienen oportunidad en estas semanas que quedan para las elecciones de preguntar a algún político, pregúnteles por temas económicos, vean cuál es su preparación y de dónde vienen, porque el precio a pagar después es muy alto, la economía no es un juego y acabamos de perder una gran oportunidad, veremos que rumbo toma ahora el BCE y si hace falta lo denunciaremos en esta tribuna.