www.canariasdiario.com

Golpe de Estado en Cataluña (2)

Por Miquel Pascual Aguiló
lunes 28 de octubre de 2019, 03:00h

La fracasada rebelión de ERC y el golpe del año 1934 hubiera sido una astracanada como la del Motxo sino hubieran muerto cuarenta y seis personas: treinta y ocho civiles y ocho militares, se hubieran encarcelado a más de tres mil personas, y condenado a Companys y su gobierno a 30 años de prisión por el delito de rebelión.

El golpe del procés fue tan golpe de estado como el del Tte. Coronel Tejero, el General Milans y compañia del 23 de febrero de 1981.

Llegados a este punto podrá argumentarse que en este envite, el del procés, no ha habido un solo tanque, ni un solo tiro, ni un solo soldado. Tampoco los hubo en septiembre de 1923 con el golpe de estado del Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, no salió un solo soldado a la calle. El golpe se dio por telegrama. El rey Alfonso XIII aceptó el hecho consumado del Directorio militar y lo refrendó violando la Constitución. Recordemos que Primo de Rivera fue jaleado con gran entusiasmo en Cataluña, como antes lo había sido la legión y aún resuenan los vítores y aplausos con que recibían al dictador Franco en Barcelona, lo mismo que ahora hacen con el independentismo.

Tanto el golpe del Tte. Coronel Tejero, como el de Macià, como el de Companys y el de Carlos Puigdemont se frustraron, no así el de Miguel Primo de Rivera pero lo cierto, es que los cinco se parecen como dos gotas de agua, porque los cinco son rupturas ilegales e inconstitucionales.

Hay gente que identifica un golpe de Estado con un movimiento violento militar que derroca a un Gobierno y se hace con el poder en un país, influenciados por la Técnica del golpe de Estado de Curzio Malaparte que muestra la forma militar y violenta de los golpes de Estado.

Fue Hans Kelsen quien describió con gran exactitud lo que es un golpe de Estado apuntando que hay un golpe de Estado cuando “el orden jurídico de una comunidad es nulificado y substituido en forma ilegítima por un nuevo orden” (Teoría General del Derecho y del Estado).

Lo que pasó en Cataluña con la aprobación de las leyes de referéndum y de transitoriedad jurídica, y la celebración del referéndum que condujo a la proclamación de la República catalana coincide exactamente con lo descrito por Hans Kilsen cuando describe lo que es un golpe de estado.

En sentido jurídico el criterio decisivo para definir un golpe es que el orden en vigor es reemplazado por un orden nuevo de forma no prevista por el anterior, por lo que el procés fue un golpe de Estado como un castillo, sin carros de combate, sin militares, pero con los mismos efectos políticos y jurídicos.

En puridad lo del procés fue un autogolpe. El primer teórico del golpe de Estado, el francés Gabriel Naudé (Science des Princes, ou Considérations sur les coups-d’état), explicó en 1639 que los soberanos dan golpes de Estado para reforzarse políticamente y esta realidad coincide con lo que ahora denominados autogolpe. Los autogolpes (que han dado desde Napoleón III en Francia hasta Fujimori en Perú) se caracterizaron por ejecutarlos las mismas autoridades que ocupaban legalmente el poder, quienes, al amparo de su posición, rompieron inconstitucionalmente el ordenamiento vigente e implantaron un nuevo orden político fundado en la fuerza o en un Derecho nuevo elaborado de forma ilegal e ilegítima, tal cual ocurrió en Cataluña, con la única diferencia de que los órganos estatutarios no son soberanos.

Fue un Golpe contra el Estatut, contra la legalidad catalana, contra los ciudadanos catalanes, paradójicamente ideado, planificado y ejecutado por catalanes.

Diga lo que diga la sentencia del tribunal supremo la verdad material es que en Cataluña ha habido un autogolpe de estado en grado de frustración y que volverán a intentarlo. Y si no, al tiempo.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios