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De la ley a la ley

martes 03 de octubre de 2017, 05:00h

Torcuato Fernández Miranda cuando ETA asesinó al Almirante Carrero Blanco, a la sazón Presidente del Consejo de Ministros, era Ministro Secretario General del Movimiento, el hombre encargado por velar por la ortodoxia del régimen. Fue Presidente del Consejo de Ministros en funciones hasta que se designó a Carlos Arias Navarro (conocido como el carnicerito de Málaga) pasando Fernández Miranda a presidir las Cortes.

Desde su cargo de Presidente de las Cortes, su fineza jurídica y política y su ascendencia sobre el Rey del que fue preceptor y sobre el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez, Torcuato Fernández Miranda fue el diseñador, e inventor del concepto político y jurídico “de la ley a la ley”. Dicho concepto consiste en que desde un statu quo legal se pasa a otro mediante las modificaciones legales correspondientes, en eso consistió la Ley para la Reforma Política que supuso la derogación de la constitución abierta que eran las leyes fundamentales del Estado., para poco tiempo después proclamar la Constitución de 1978.

Este, quizás extenso preámbulo, viene a colación por la situación que se ha vivido en los últimos días en Catalunya; los políticos actuales no han tenido ni la genialidad ni la cintura política de los de la transición (Fraga y Carrillo incluidos) y en lugar de ir de la ley a la ley han ido de la ley a la ruptura.

La Constitución en definitiva nos es más que una Ley (los cursis la llaman ley de leyes) y por tanto si no responde a las necesidades sociales del momento hay que proceder a su reforma; aunque se ha hecho de forma puntual y casi en silencio en alguna ocasión, quizás debería afrontarse un debate nacional para valorar la reforma constitucional.

El pseudoreferendum del pasado domingo fue ilegal pues vulneraba el concepto de soberanía nacional; no es lícito decir que votar es democracia, ser demócrata en primer lugar es respetar el imperio de la Ley y eso las autoridades catalanas no lo han hecho. La ley de referéndum aprobada el día 6 de septiembre último fue una ópera bufa; una ofensa a los demócratas de verdad. El Gobierno Vasco acudió al Congreso de los Diputados para que se produjese lo que se llama una toma en consideración.

La cuestión que hay que plantearse, además, es porque se debe conceder una superioridad legal a la ley del referéndum del Parlament Català que a la Constitución cuando las garantías y seguridad jurídica entre una y otra se encuentran a años luz.

Creo que hemos sido víctimas los ciudadanos de una gran torpeza política, de una parte y de la otra, y que esa torpeza dejará cicatrices, algunas muy profundas porque lo vivido en estos días ha sido bochornoso en el fondo (inseguridad jurídica y vandalismo político) y en la forma, se ha votado de cualquier manera sin la más mínima garantía y sin ningún valor electoral. Las urnas llenas antes de la votación, ni en eso han sido originales, les emplazo a leer Asterix en Córcega (los corsos también quieren abandonar Francia dice la leyenda) y verán que con carácter previo a la elección de un jefe de la tribu se llenaban las urnas. Como en Catalunya, de cómic. Que pasen un buen día.

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