Una vez tuve la suerte de visitar la ciudad de Hanover en Alemania y desde entonces vengo madurando una idea que ahora trato de resumir en este espacio que me facilita www.canariasdiario.com. En aquella visita, se me brindó la oportunidad de ver claramente lo que la población alemana de esta ciudad tuvo que sufrir en la segunda guerra mundial. ¡Lo muestran con una mezcla de pesadumbre y orgullo!
Resulta que el ayuntamiento de este enclave europeo decidió dedicar un espacio a la entrada de su Edificio Consistorial para instalar cuatro magníficas maquetas. En cada una de ellas se podía observar, con todo lujo de detalles, lo que era Hanover antes de la guerra; cómo quedó devastada durante la contienda; como estaba la ciudad en el momento de la visita y como se preveía que estuviera en el futuro. Desde esa Institución salía una línea pintada en el suelo para dirigir al turista por todo el casco antiguo, mostrando mediante una guía, ante qué edificio o monumento te encontrabas. Aquello me causó admiración por la idea, y respeto al saber poner en valor su historia.
Desde esa época -ya hace años de aquella visita-, tengo una “matraquilla”[1] con la misma pregunta: ¿Por qué razón mi ciudad, Santa Cruz de Tenerife, no tiene un museo que hable de ella y de su patrimonio?, ¿Será que no tiene suficiente historia?, ¿Tal vez sea porque no haya sido cuna de, personajes ilustres?, ¿Será que no lo merece? ¡Será!, ¡será!, ¡será…!
Por la poca historia de la ciudad no creo que sea; no obstante, en sus calles, se ha hasta combatido para defender a Canarias y a la propia configuración de la geografía nacional. Sus cañones se han enfrentado, nada más y nada menos, que con piratas, corsarios y hasta con un Vicealmirante cuya sangre corrió por nuestras calles. Cada 25 de julio -gracias Javier Gorostiza y equipo- se rememora la hazaña con la misma grandiosidad, bondad y respeto que tuvieron quienes le hicieron perder el brazo al ilustre marino. De ese acto, viene una de las tres cabezas de león que ostenta el escudo de la ciudad y el otorgamiento del título de “Benéfica”. ¿Será suficiente con un “parque de juegos” para recordar tamaña gesta, por mucho que sea “el más grande”?
Por falta de personajes Ilustres tampoco creo que sea; porque la cantidad a enumerar, en cada una de las facetas en las que podamos dividir el listado, sería tan grande que faltaría espacio y tiempo para leerlo.
Podría ser por falta de merecimiento pero, entonces, no se entendería la cantidad de títulos que adorna su nombre. La que se conoce como Santa Cruz de Tenerife, realmente, ostenta los merecimientos de “La Muy Leal, Noble, Invicta y Benéfica, Ciudad, Puerto y Plaza, de Santiago de Santa Cruz de Tenerife”. Leyendo el nombre uno llega a pensar que, tal vez, sobrara nombre o faltaran políticos que estuvieran a la altura de tremendo título.
Lo único cierto es que Santa Cruz, tiene museo de La Naturaleza y Arqueología, de Bellas Artes, Histórico Militar, tiene el TEA o espacio de las artes; un Centro dedicado al mundo de la fotografía y hasta tiene uno que muestra todo lo relevante del Carnaval -muy bien montado y llevado, por cierto- Pero si buscan algún sitio donde se muestre la historia de la ciudad a quienes nos visitan, no pierdan el tiempo. De momento, a nadie se le ha ocurrido pensar en su idoneidad. Y, si lo han pensado, no han tenido los “arrestos” para llevarlo a cabo. La ciudad, en estos días, se engalana por las Fiestas de Mayo y en la celebración del día de La Cruz. Se organizan bailes de magos y hasta algún paseo romero se ha llegado a ver. El político de turno en ocupar la “gran silla”, se saca fotos con candidatas y vestido con el traje típico, disfrutando de todo lo organizado. Pero, ¿se puede sacar una foto cortando la cinta del Gran Museo de Santa Cruz de Tenerife? Ya les digo que, de momento, esa foto no la tiene.
Es razonable pensar que un museo no es algo baladí y que el coste de abrirlo y su mantenimiento, detraerá mucho dinero de las arcas municipales, de los Cabildos o del Gobierno de la Comunidad. Pero, ¡qué quieren que les diga!; tal vez si se redujera el número de puestos políticos, se podría sufragar un proyecto de esta envergadura. ¿Disminuiría el nivel democrático con ello?
La ubicación podría ser un problema. O no. Solo hay que pensar que en fechas recientes, nuestros regidores de lo público, han cedido espacio para el futuro, prestigioso y flamante museo “Rodín” Desde cuyos almacenes nos vendrá una importante cantidad de obras de arte que realzará aún más los atractivos de nuestra ciudad. ¡Cuando se necesita, se encuentra de todo! Quiero pensar, pues, que si se ponen a devanarse la cabeza, seguro que encontrarán edificaciones aptas para mostrarle al mundo porqué una ciudad en una islita en medio del Atlántico, tiene tanto título en su nombre. Por mi parte y aventurándome bastante, nombro alguna posible sede: El Templo Masónico; el edificio de la antigua sede de Hacienda y Caja canarias; El Palacio de Cartas. En el mismísimo Balneario hay hasta piscinas donde recrear la gran gesta del 25 de julio. ¿Habrá más edificaciones sufriendo “olvido” o “descuido”? ¡Seguro!
No es tan difícil imaginar el museo del que hablo con las maquetas de los edificios más emblemáticos, además de las que nos hablen de la transformación que se ha ido produciendo en la ciudad (tipo Hanover, o la del Cabildo). Aquí les dejo una curiosidad: del Chicharro es un artista del mundo de las maquetas que tiene alguna de sus obras de arte expuestas en México y Holanda, por citar dos lugares absolutamente distantes. Conociendo a este artesano, estoy absolutamente seguro de que estaría encantado de llevar a cabo todo ese trabajo de reproducciones y hasta enseñarles, a otros, esa técnica artística (en El Auditorio de Santa Cruz de Tenerife, hay un claro ejemplo de su arte).
Puedo ver sus paredes repletas de cuadros de personajes y actos que cuentan la historia de la ciudad. Alcanzo a oír a sus guías contándola en vivo.
Puedo ilusionarme con una sala de divulgación donde visionar las grandes gestas con sonido envolvente o donde poder ver los rincones naturales que adornan el municipio y su ciudad. O para llevar a cabo interesantes ponencias que hablen de la cultura que, Santa Cruz, puede ofrecer o ha exportado.
¿De verdad, alguien podría convencer de que un museo de nuestra ciudad, es algo innecesario? Puede que sea una cuestión de prioridades -que suelen argumentar quienes ya saben que ni gastarán un minuto de su tiempo en pensar en ello-. Pero si esa es la cuestión, y hasta podría ser justa; al menos, inicien la redacción de un Proyecto. Pero, ¡ni eso! Jamás he escuchado nada al respecto desde nuestros responsables políticos, -la oposición también saldría en esta foto-. Y eso es algo que, al menos a mí, me preocupa y ocupa.
¡Santa Cruz de Tenerife, bien merece un lugar para contar su historia
[1] Matraquilla, según el Diccionario de la Lengua Canaria, es algo así como una obsesión que perdura.