Los datos definitivos del Índice de Precios al Consumo (IPC), publicados hoy, 15 de julio, por el Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan un repunte de la inflación en junio de 2025. Este incremento se explica por la subida de los carburantes, la electricidad y ciertos alimentos frescos, en un contexto marcado por la volatilidad de los precios energéticos y las tensiones en los mercados internacionales.
A nivel nacional, la inflación general se situó en el 2,3% interanual, tres décimas más que en mayo, alejándose del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE). El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) también subió hasta el 2,3%, mientras que el de la Unión Económica y Monetaria se mantuvo en el 2,0% (avance), lo que supone una divergencia de más de tres décimas. Esta brecha entre España y la eurozona no se producía desde febrero de este año, y vuelve a poner de relieve una evolución diferencial de los precios en nuestro país respecto al entorno comunitario.
En Canarias, la tasa interanual fue del 1,7 %, lo que confirma que el Archipiélago mantiene una de las inflaciones más moderadas del país, junto con la Región de Murcia. Aun así, se observa un leve repunte respecto al mes anterior (1,5 %).
La inflación subyacente, que excluye los productos energéticos y los alimentos no elaborados, se mantuvo estable en el 2,2 % a nivel nacional, por tercer mes consecutivo, mientras que en Canarias subió una décima, hasta el 1,7 %. Esto apunta a una cierta contención en la evolución estructural de los precios, pese al aumento del índice general.
Por grupos de productos, el incremento mensual del IPC en junio se debió, principalmente, a:
Ocio y cultura, con un alza del 2,2 % nacional y del 1,5 % en Canarias, debido al encarecimiento de los paquetes turísticos, habitual en la temporada estival.
Vivienda, que subió un 1,2 % en España y un 1,0 % en Canarias, reflejando el aumento de precios de la electricidad y otros suministros energéticos.
Transporte, con un aumento del 0,9 % a nivel nacional y del 0,7 % en las islas, vinculado a la subida de carburantes y del transporte aéreo.
Hoteles, cafés y restaurantes, que registraron incrementos del 0,5 % en España y del 0,9 % en Canarias, en línea con el mayor dinamismo turístico.
En contraste, algunos grupos registraron caídas, especialmente:
Vestido y calzado, con una bajada del –0,8 % en el conjunto nacional y del –1,6 % en Canarias, influida por los descuentos de temporada.
Bebidas alcohólicas y tabaco, que descendieron un –0,4 % en Canarias.

En Canarias, la evolución de los precios sigue mostrando un tono más moderado que en el conjunto del país, con una inflación general del 1,7 % y una subyacente aún contenida. No obstante, esta relativa estabilidad no debe ocultar las tensiones persistentes sobre componentes clave como la energía, los alimentos y la vivienda, que continúan presionando tanto el gasto de los hogares como los costes de producción. A ello se suma un contexto internacional especialmente incierto, con la inminente entrada en vigor el próximo 1 de agosto del arancel del 30% anunciado por Estados Unidos a productos europeos, lo que de suceder tendrá efectos directos sobre las exportaciones, los precios y la actividad, e indirectos para Canarias derivados de la menor capacidad de gasto de los mercados europeos emisores de turistas. En este escenario, reforzar la competitividad, contener los costes estructurales y sostener la capacidad de consumo se convierte en un objetivo prioritario para preservar la estabilidad económica en las Islas.