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Retrospectiva de Óscar Domínguez en el Museo Picasso hasta octubre
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Retrospectiva de Óscar Domínguez en el Museo Picasso hasta octubre

Por Redacción
domingo 06 de julio de 2025, 23:45h

El Museo Picasso de Málaga presenta hasta el 13 de octubre la mayor retrospectiva dedicada al surrealista canario Óscar Domínguez, reconocido por su influencia en el arte del siglo XX. La exposición reúne más de un centenar de obras que reflejan su estilo audaz y experimental, fusionando lo real con lo imaginario. Domínguez, amigo de Pablo Picasso, desarrolló técnicas innovadoras como la 'decalcomanía', creando imágenes oníricas y perturbadoras que capturan la esencia de su entorno canario. Esta muestra es una oportunidad única para explorar su legado artístico y su contribución al surrealismo europeo.

El Museo Picasso de Málaga se convierte en el escenario de una importante retrospectiva dedicada al artista canario Óscar Domínguez, que estará abierta al público hasta el próximo 13 de octubre. Esta exposición es considerada la mayor en Andalucía sobre este tinerfeño, nacido en San Cristóbal de La Laguna en 1906 y fallecido en París en 1957. Domínguez es reconocido como uno de los creadores más destacados del siglo XX, gracias a su vinculación con el movimiento surrealista, liderado por André Breton, donde también participaron figuras como Joan Miró y Salvador Dalí.

La muestra, organizada por la Consejería de Cultura y Deporte, incluye más de un centenar de obras que abarcan toda la trayectoria del artista. Se trata de la segunda gran exposición dedicada a él en España, tras la realizada hace más de tres décadas por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Esta retrospectiva ha sido posible gracias a la colaboración del Óscar Domínguez TEA Tenerife Espacio de las Artes, un centro clave para el estudio y conservación de su obra.

Influencia Canaria y Estilo Único

La infancia y adolescencia de Domínguez en el norte de Tenerife dejaron una profunda huella en su arte. Su familia poseía plantaciones de plátanos, lo que le permitió experimentar un entorno natural que nutrió su iconografía. Su estilo audaz y experimental se refleja en composiciones que fusionan lo real con lo imaginario, generando imágenes perturbadoras y misteriosas. Elementos como las playas de arena negra y los dragos milenarios son recurrentes en su obra, creando un imaginario único que lo distingue dentro del surrealismo.

Estos paisajes no son meras representaciones; se transforman en materia viva dentro de sus pinturas, donde las formas lávicas derivadas del entorno volcánico se combinan con cuerpos mutilados y explosiones cromáticas. Así, la mitología insular se entrelaza con los códigos del surrealismo europeo, filtrada por una sensibilidad propia del Atlántico.

Técnica Innovadora y Poder Simbólico

Una contribución notable al arte surrealista fue la creación de la técnica conocida como 'decalcomanía', que consiste en aplicar pintura sobre una superficie y luego presionarla contra otra para generar formas impredecibles. Este método permite explorar el azar objetivo, resultando en texturas abstractas cargadas de tensión visual.

Bajo la mano creativa de Domínguez, la ‘decalcomanía’ trascendió su uso técnico; se convirtió en un medio para acceder a lo inconsciente, capturando lo irracional y transformándolo en imágenes simbólicas potentes. Además, trabajó con superficies denominadas ‘litocrónicas’, donde buscaba representar el paso del tiempo a través de texturas experimentales que evocaban lo ancestral.

Relación con Pablo Picasso

La vida de Óscar Domínguez estuvo marcada por episodios fascinantes durante su estancia en París, donde estableció relaciones con escritores como Paul Éluard y César González Ruano. Colaboró activamente con el grupo surrealista liderado por Breton durante los años 30 e incluso formó parte del grupo artístico 'La main à plume' durante la ocupación nazi, estrechando así sus vínculos con Pablo Picasso.

Para Domínguez, Picasso era «el hombre más sensacional de la época», compartiendo no solo un idioma sino también una visión común del arte como herramienta para la resistencia y transformación social. Aprendió del malagueño sobre libertad formal y simbólica, mientras que Picasso valoraba la energía volcánica e onírica presente en su trabajo.

Evolución Artística y Legado Duradero

A medida que avanzaba hacia los años 50, el estilo pictórico de Domínguez evolucionó hacia tonalidades más sombrías pero emocionalmente densas. Aunque sus obras seguían dialogando con el surrealismo, adquirieron una voz individual despojada de artificios. Su trágica muerte ocurrió el 31 de diciembre de 1957; sin embargo, su “maquinaria onírica”, según palabras del comisario de esta exposición, sigue resonando con fuerza ante los espectadores contemporáneos.

Los visitantes tienen hasta el 13 de octubre para apreciar esta significativa muestra en el Museo Picasso de Málaga, donde podrán explorar las múltiples facetas del genio visionario que fue Óscar Domínguez.

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