La infanta Sofía cumple 18 años y se proyecta como apoyo clave en la Casa Real. Su discreción y formación la posicionan como una figura complementaria a su hermana Leonor, marcando un nuevo enfoque para la monarquía española en tiempos de cambio.
La hermana menor de la princesa Leonor cumple 18 años y se perfila como una figura clave de apoyo institucional, discreta pero firme, en el futuro de la Casa Real.
En un momento en el que la monarquía española se enfrenta al reto de renovarse sin romper con su tradición, la infanta Sofía ha alcanzado los 18 años con un perfil diferente al de su hermana Leonor: más discreta, menos expuesta, pero con una clara proyección pública. La segunda hija de los Reyes ha entrado en la edad adulta sin actos oficiales, sin discursos ante las Cortes ni focos de gran ceremonia. Sin embargo, el gesto no ha pasado desapercibido: la Casa Real ha publicado cinco retratos inéditos de la infanta, tomados en los jardines de la Zarzuela, marcando un hito silencioso pero lleno de intención.
Sofía de Borbón es ya mayor de edad. Y con ello, se activa oficialmente una nueva etapa en su papel dentro de la Familia Real Española, una institución que lleva años intentando adaptar su imagen a los nuevos tiempos, y que ve en Leonor y Sofía la oportunidad de construir una generación sin escándalos, formada, cercana y con un fuerte sentido de la responsabilidad.
Mallorca como escenario familiar
La relación entre Sofía y Mallorca es larga y simbólica: fue en esta isla donde hizo su primera aparición pública en brazos de sus padres durante el posado de verano de 2007, y desde entonces no ha faltado a la cita anual en Marivent.
La elección de este enclave no es casual. Mallorca ha sido durante décadas el escaparate veraniego de la monarquía, pero también un escenario para medir el pulso entre la Corona y la opinión pública. En este entorno relajado, Sofía ha construido una imagen de joven natural, cercana y sin artificios, que contrasta con otras épocas de rigidez institucional.
Un perfil en construcción
A diferencia de la princesa Leonor, llamada a reinar, Sofía no tiene un papel constitucional predeterminado. Sin embargo, la estrategia de la Casa Real en los últimos años ha sido clara: preparar a Sofía para que sea una figura activa en la agenda institucional, como apoyo permanente de la heredera y, en el futuro, de la jefa del Estado.
Durante su infancia y adolescencia, Sofía ha acompañado a sus padres y a su hermana en múltiples actos oficiales, desde los Premios Princesa de Asturias hasta la proclamación de Felipe VI en 2014. Pero su protagonismo ha sido siempre equilibrado, sin eclipsar ni competir con el papel central de Leonor. En 2022 dio un pequeño paso adelante acompañando a su hermana a la Eurocopa femenina en Londres, y en diciembre de 2024 presidió por primera vez un acto en solitario, entregando unos premios de fotografía organizados por Patrimonio Nacional. Un gesto sutil, pero significativo.
Educación y futuro
Actualmente, Sofía cursa el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales, el mismo centro en el que estudió Leonor. Finaliza sus estudios este verano y, según fuentes próximas a Zarzuela, planea iniciar una carrera universitaria, previsiblemente en el extranjero. A diferencia de su hermana, no se espera que reciba formación militar, ya que su función no incluye la jefatura de las Fuerzas Armadas.
Su educación ha sido cuidada al detalle, marcada por el dominio de varios idiomas, la participación en actividades extracurriculares y una notable implicación en valores sociales y sostenibles, como es habitual en el ideario del UWC. Además, comparte intereses con los jóvenes de su generación: música, deportes como el voleibol y el fútbol, y un uso responsable de las redes sociales (aunque siempre desde la privacidad).
¿Cuál es el rol real de Sofía?
Desde el punto de vista del SEO y de las búsquedas frecuentes relacionadas con la monarquía española, temas como “infanta Sofía actualidad”, “hermana de Leonor de Borbón”, “mayoría de edad Sofía de Borbón”, o “Sofía Casa Real 2025” están en tendencia. El interés mediático sobre la segunda hija del Rey crece de forma paralela a su madurez, especialmente ahora que forma parte activa del relevo generacional.
El papel de Sofía está diseñado para ser estable, duradero y complementario. No hay planes para que asuma un rol profesional ajeno a la institución, como sí ocurrió con las infantas Elena y Cristina. Felipe VI ha trazado una línea clara: solo los miembros activos de la Familia Real representarán a la Corona. Sofía, por tanto, seguirá ese camino, posiblemente más institucional que personal.
Este modelo responde a una necesidad histórica: la monarquía necesita unidad, transparencia y funcionalidad. Y si Leonor es la cabeza visible, Sofía será el respaldo silencioso, pero imprescindible.
La clave está en el equilibrio
Con su llegada a la mayoría de edad, la infanta Sofía encarna una nueva visión del servicio a la Corona: la de quien no necesita un trono para tener relevancia, la de quien está dispuesta a construir una identidad institucional sólida desde el segundo plano.
En un tiempo donde la imagen de la monarquía aún está condicionada por la historia reciente –marcada por los errores de anteriores generaciones y los esfuerzos reformistas de Felipe VI–, el reto está en mantener la cercanía sin caer en la banalidad, y la profesionalidad sin perder humanidad.
Sofía de Borbón parece, de momento, dispuesta a recorrer ese delicado equilibrio. Su estilo, su formación y su serenidad apuntan a que la Casa Real ha encontrado en ella una aliada silenciosa pero eficaz para el presente y, sobre todo, para el futuro.
Si (
No(
