Armas, tras ser informado por técnicos y responsables del sector, alertaba del peligro que suponía la dependencia de una única subestación eléctrica, la eliminación de la planta de cogeneración, y la falta de un plan de contingencia seguro y probado por parte de AENA.
Además, el senador herreño pidió explicaciones al Consejo de Seguridad Nacional, preguntando si se había valorado seriamente el riesgo de apagón en una infraestructura crítica como Barajas, cuya paralización puede tener consecuencias económicas, logísticas y de seguridad nacional.
“El 27 de abril advertimos de lo que podía pasar. El 28, pasó. AENA no escucha a los técnicos, ni a las administraciones, ni a los representantes públicos. No es un fallo, es una forma de actuar”, afirma Armas.
Y lo más grave es que la actitud de AENA no se limita a Barajas. En El Hierro el escenario se repite.
Se advirtió que el diseño del nuevo parking del aeropuerto era caótico. Hoy, con las obras finalizadas, los coches siguen aparcados fuera porque no se ha atendido ni una sola sugerencia.
Se lleva tiempo denunciando el riesgo que supone el sistema AFIS, que deja a El Hierro sin torre de control convencional. “Ojalá no tengamos que lamentar una tragedia para que alguien se digne a actuar”, sentencia el senador.