hasta la basílica de San Juan. Un suceso histórico que se inmortalizó a través de una placa descubierta por el alcalde del municipio, Juan Antonio Peña, y el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, que yace desde hoy en la fachada de la parroquia de Los Llanos.
Bajo el cielo aún oscuro, la Virgen del Pino dio sus primeros pasos en Telde, a los que pronto se sumaron los de la multitud que, al grito de “viva” y aplausos cargados de emoción, la acompañaron en procesión. A lo largo del trayecto, cada persona presente la alabó como más sintió, desde lágrimas hasta carteles de bienvenida, rezos, cánticos, lectura de poemas o pétalos de rosas desde sus balcones. Diferentes generaciones unidas por un acto excepcional que ya forma parte de la historia de la ciudad.
La plaza de Los Llanos también se convirtió en un espacio de culto al aire libre en el que comunidad religiosa y representantes institucionales se dieron la mano para conmemorar el hecho. Así, el obispo de la Diócesis y el primer edil de Telde firmaron el acta correspondiente tras la recepción de la Virgen.
Una vez en el interior del templo, Madre e Hijo se reencontraron ante la mirada vidriosa de los asistentes que no tardaron en iniciar las visitas a las dos imágenes yacentes en un mismo espacio. Esta tarde saldrán juntos para permanecer en San Juan hasta el sábado, cuando se despedirá a la patrona de la Diócesis de Canarias.
“Hoy no es un día cualquiera, hoy Telde se engrandece, se emociona y se ilumina con la visita de la Virgen del Pino, madre de todos los canarios”, relata Juan Antonio Peña para continuar agradeciendo a la patrona “este camino de esperanza que has recorrido desde Teror hasta nuestra ciudad”. “Gracias por tocar el alma de este pueblo y por el esfuerzo callado, firme y generoso de tantas manos: vecinos, feligreses, cuerpos de seguridad, voluntarios e instituciones, entre otros, que han sido instrumento de un milagro que une a generaciones y enlaza el ayer, el hoy y el mañana”, continúa el regidor.
“Lo que hoy ocurre aquí es más que una visita; es un reencuentro de Madre e hijo, en el que la Virgen del Pino se reencuentra con el Santísimo Cristo de Telde, 25 años después, cuando en el año 2000 se encontraron en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria”, agrega Peña.