El solemne descenso de la popular imagen congregó a miles de personas en el casco histórico de la ciudad, así como a través de la televisión y medios digitales.
La devoción por el Santo Cristo de Telde volvió a reunir a miles de ciudadanos de este y otros municipios en la Basílica Menor de San Juan con la tradicional Bajada. La parroquia del casco histórico de la ciudad y sus alrededores se inundaron de emoción y recogimiento en la tarde de este viernes con uno de los eventos más esperados por el calendario cultural y religioso de Canarias.
El acto fue seguido de cerca por miles de personas, desde dentro y fuera de la iglesia. El Ayuntamiento de Telde, como en los últimos dos años, habilitó una pantalla gigante y más de 300 sillas en la plaza de San Juan para que nadie se perdiese este acontecimiento. Tampoco se lo quisieron perder muchas familias desde sus hogares, a través de la retransmisión en directo de TV Canaria por señal TDT o de sus plataformas digitales. Estas medidas responden al compromiso del Gobierno local para hacer que los actos culturales de la ciudad ganen accesibilidad ante toda la población y abrir las puertas del municipio a otros territorios.
A las 19.00 horas dio comienzo la eucaristía, oficiada por Miguel Lantigua Barrera, de la parroquia de San Agustín y San Bernardo, en Las Palmas de Gran Canaria. Pasadas las 20.00 horas se procedió al acto del solemne descenso de la imagen del Santo Cristo de Telde, bajo la atenta mirada de cientos de personas, expectantes ante lo que estaban viviendo.
En un ambiente mágico cargado de pasión, los seis portadores habituales se subieron a las escaleras, tres por cada lado, aupados por el silencio sepulcral que retumbaba en el templo. A medida que la talla descendía lentamente por el retablo flamenco, la bancada de la iglesia se llenaba de sentimiento.
Los presentes más devotos no pudieron contener las lágrimas mientras el Cristo se acercaba al altar. Desde abajo contemplaban el alcalde de Telde, junta a concejales locales y autoridades.
Al llegar al pie del altar, el Santo Cristo fue recibido por miembros de la curia y depositado cuidadosamente en el trono-móvil, donde permanecerá durante los próximos 10 días, un período en el que los fieles tendrán la oportunidad de acercarse a la imagen y rendirle devoción antes de la procesión que recorrerá las calles de Telde el próximo jueves.
La Bajada del Santo Cristo no solo es un acto religioso, sino una vivencia profundamente espiritual que une a la comunidad en torno a su fe y sus tradiciones más queridas. Para los teldenses, este acto simboliza la cercanía del Cristo con su pueblo, una presencia que consuela, acompaña y renueva la esperanza.