Laxitud bancaria
viernes 13 de marzo de 2015, 11:02h
Es una verdadera lástima que el Principado de Andorra esté de actualidad no por sus excelentes condiciones para practicar el esquí, sino por las Comisiones de Investigación del Parlamento Catalán y por la acusación de que una de sus entidades colaboraba en el blanqueo de capitales, según el Departamento del Tesoro de los EEUU.
En efecto, esta semana nos despertábamos con una noticia sorprendente: EEUU acusaba a varios ejecutivos de la entidad Andorrana BPA de colaborar con “ilustres” clientes Rusos, Chinos y Venezolanos, cuya identidad ha aparecido publicada esta semana en distintos medios de comunicación.
Sin ser un experto en estas cuestiones financieras, me surge una pregunta que me apetecía trasladar a este artículo. ¿Es comprensible que en el siglo XXI y en Europa no exista una legislación uniforme y estricta sobre las cuentas bancarias de cualquier cliente? ¿Es acaso normal que en España puedan bloquearte una cuenta si una mercantil no identifica a los titulares reales del capital de una sociedad, según lo que afirma el Departamento de EEUU, y que a unos kilómetros de nuestra frontera sigan ocurriendo este tipo de cuestiones?
Es evidente que no es razonable ni comprensible. Si los bancos no quieren autodisciplinarse para controlar el origen de los fondos, parece necesario dar una respuesta legislativa común a esa necesidad y funcionar a base del estímulo negativo. Esta sí es una cuestión que urge regular a nivel común para que, sencillamente, no sea posible trasladar el dinero a una legislación bancaria tan laxa sin ningún tipo de consecuencia y que, si el dinero proviene de un origen ilícito, que el responsable lo pague. Y muy caro.
Vaya por delante que, como siempre, me parece necesario respetar la presunción de inocencia de los ejecutivos de BPA, pero esto comienza a suceder demasiadas veces. De hecho, hace muy poco tiempo la Fiscalía Suiza registró la sede de HSBC para analizar posibles operaciones de blanqueo, pues, al parecer, distintos miembros de la Entidad se dedicaban a ayudar a sus clientes a blanquear capitales. Que le pregunten a Falciani.
Mientras tanto, los trabajadores que perciben un sueldo fijo pagan religiosamente sus impuestos. ¿Cómo no va la gente a pedir un cambio frontal en el sistema cuando, día tras día, aparecen este tipo de noticias en los medios? ¿Cómo no va a querer la gente cambiar de raíz esta situación cuando lee los nombres de algunos presuntos que depositaron su dinero en Andorras o Suizas?
Pero la noticia de BPA también ha repercutido en nuestro país. Así, el Banco de España, que ahora parece haber recobrado vigor interventor, ha impuesto la obligación de realizar una auditoría interna para determinar si hubo algún tipo de blanqueo de capitales o de actividad ilícita en Banco de Madrid (filial de BPA), ante la que el Consejo de Administración ha decidido dimitir en bloque. De hecho, lo que el Banco de España pretende efectuar, según han publicado distintos medios de comunicación, es un análisis a fondo para comprender por completo el funcionamiento de esta entidad, analizando su clientela, proveedores, movimientos contables y el dinero regularizado por los clientes de la entidad. En todo caso, el informe del Departamento del Tesoro no nombra a Banco de Madrid, por lo que esperaremos el resultado confiando en que sea positivo.