“Creo que es difícil que nos extingamos, pero las condiciones de vida sí pueden recibir un golpe muy fuerte"
viernes 19 de noviembre de 2021, 14:12h
José María Fernández-Palacios Martínez: “El metano que habita bajo los glaciares aumentará por diez el efecto invernadero”
La IV edición de CampusÁFRICA llevó a cabo la mañana de hoy, 18 de noviembre, en las instalaciones del Real Sociedad Económica Amigos del País de Tenerife, una nueva ponencia del Curso I Retos Climáticos en un contexto de Crisis Global, con las intervenciones del Dr. José Manuel de Cozar Escalante (Doctor en Filosofía por la Universidad de Valencia) y del Dr. José María Fernández-Palacios Martínez (Catedrático de Ecología de la Universidad de La Laguna), quienes desarrollaron las charlas ‘La era del Antropoceno’ y ‘Causas y consecuencias del cambio climático en la Macaronesia’, respectivamente.
José Manuel de Cozar Escalante es el creador del libro ‘El Antropoceno’ en el que se habla del impacto global e irreversible de la acción humana en el Planeta. Este periodo se inició en el 1800 con el comienzo de la Revolución Industrial, aunque expertos barajan otras fechas, como el periodo de 1945-1950 cuando se lanzaron los primeros elementos radioactivos y se extendieron en la atmósfera. Sobre este baile de fechas se espera una decisión oficial de los geólogos.
Elementos que marcan el antropoceno son hitos como ‘La sexta extinción masiva’, periodo en el que nos encontramos actualmente, con unos porcentajes de biomasa total animal que registran el 30% de seres humanos, el 67% de ganado 67%, y sólo el 3% de animales salvajes.
Sobre el antropoceno se distinguen dos actitudes; una negativa que concluye que nos puede llevar a una catástrofe mundial, que habla incluso de la extinción de toda la raza humana. “Yo, personalmente –señala José Manuel de Cozar-, creo que es difícil que nos extingamos por completo, pero las condiciones de vidas sí pueden recibir un golpe muy fuerte”
La otra visión es positiva, por la cual se resalta que el antropoceno supone una oportunidad única, gracias a las nuevas tecnologías, para un mayor y mejor control sobre el planeta, “para tratarlo como un jardín que responda a nuestras necesidades”. En este caso, se vislumbran ejemplos como ‘sembrar’ nubes para que llueva. Es un enfoque sobre la dominación del hombre sobre el mundo.
El antropoceno, además de ser irreversible, tiene algunas características generares; como el hecho de ser una situación paradójica, dado que nos damos cuenta de que tenemos influencia sobre el planeta, pero no tenemos control sobre él; el fin de la naturaleza pura en su sentido estricto; que la naturaleza toma un papel protagonista; la entrada en la ‘geohistoria’; que tiene una dimensión temporal y no sólo espacial, se sustenta en una visión a largo plazo; los problemas se afrontan desde una visión ecosocial; la búsqueda de la unión entre la visión optimista y la pesimista, construyendo esa la relación sobre bases duraderas de trabajo: necesidad de crear relatos para dar cuenta del antropoceno, para comprenderlo; las cosmovisiones posthumanistas y transhumanistas entran en conflicto.
Para remitir las consecuencias del antropoceno hay que luchar contra el escepticismo, la apatía, la negación o la indiferencia ante las consecuencias del cambio climático; apostar por un crecimiento económico en buena sintonía con el cuidado del medioambiente. Además de elaborar nuevos relatos sobre el clima, más creíbles, más cercanos, con términos positivos. En definitiva, hacer fácil y conveniente actuar de una manera amistosa con el clima.
El segundo tema de la jornada fue desarrollado por José María Fernández-Palacios Martínez, quien empezó su charla distinguiendo entre el cambio climático y cambio global, especificando que el cambio climático es un elemento que forma parte de algo más serio como el cambio global.
Definió el cambio climático como el aumento de la presión parcial de los gases invernadero y del carbón negro en la atmósfera debido a la acción humana. La presión parcial de los gases invernadero en la atmósfera de la actualidad nunca antes se había alcanzado.
La actividad humana está perturbando la temperatura que recibe el planeta. El calentamiento previsto para la Macaronesia para final de siglo es muy homogéneo y supondrá en torno al 2-4 ºC, “lo que afectará mucho a animales y plantas”.
Algunas consecuencias físicas del cambio climático son el aumento de la severidad de los fenómenos naturales, como los huracanes, más olas de calor, más incendios forestales, aumento del nivel del mar. En Canarias ya se dio un ejemplo claro de estos fenómenos, como lo fue la Tormenta Delta de 2005. Como otro ejemplo de estos efectos mencionó la redistribución de los seres vivos en la latitud y altitud.
José María Fernández-Palacios fue categórico al afirmar que “el metano que habita bajo los glaciares aumentará por diez el efecto invernadero. Este es uno de los grandes peligros a los que nos enfrentamos” Además, añadió que los problemas por el aumento del nivel del mar no son cosas de futuro, sino que ya hay consecuencias reales en algunos puntos del planeta; también advirtió de la desaparición de las especies animales que no se adapten al cambio.
En su argumentación también señaló que la propagación de las enfermedades tropicales crecerá tanto en altitud como en latitud debido al aumento de las temperaturas.
Una preocupación latente es el posible cambio en el asentamiento del mar de nubes, que puede aumentar, descender e incluso disiparse, con las consecuentes afecciones en Canarias sobre la laurisilva. “El caso más preocupante es la disipación del mar de nubes, ya que acabaría con la laurisilva”.