La Audiencia de Barcelona ha confirmado este martes que envía a juicio al futbolista Dani Alves por un delito de agresión sexual. El ex del Barça está acusado de forzar a una joven a mantener relaciones sexuales en una discoteca de Barcelona el pasado mes de diciembre
Alves se encontraba desde entonces en situación de prisíon preventiva después de que la jueza de instrucción le procesara por cargos de agresión sexual.
Le impuso una fianza de 150.000 euros y el jugador decidió no recurrir su auto, asesorado por su defensa, para "agilizar" el proceso y defenderse en un juicio.
La defensa de Alves había pedido en varias ocasiones que su cliente saliera en libertad hasta la celebración del juicio, pero al jueza instructora y la Audiencia de Barcelona lo desestimaron.
Para la apertura de juicio oral faltaba resolver el recurso de la defensa del futbolista, que alegaba nulidad del proceso de instrucción por existir un "juicio mediático" en la sociedad contra Alves. Alegaron también indefensión al filtrarse en los medios datos de la investigación.
La Audiencia considera que pese al revuelo mediático, éste "no supone la nulidad de las actuaciones" y que dichas filtraciones a la prensa, aunque las condena por afectar al sumario, no deben suponer detener el curso legal de los hechos a juzgar.
VERSIONES DE LOS HECHOS
Los hechos tuvieron lugar en la famosa discoteca Sutton de Barcelona a finales del año 2022. Alves dejó a su mujer en casa pese a que había fallecido recientemente su suegra para acudir a una salida nocturna.
Allí, según la joven víctima, se conocieron en la zona de reservados de la discoteca, y él fue muy insistente en tener una serie de relaciones sexuales. Según su versión, le forzó a tocarle los genitales y, más tarde, en los baños, ella quedó obligada a realizarle sexo oral y otras relaciones sexuales sin consentimiento. Ya a la salida, y tras consumarse una presunta agresión sexual, advirtió a los trabajadores de seguridad de la discoteca, que llamaron a la policía.
En cambio, según el futbolista, se sostiene que las relaciones siempre fueron consentidas. Unas relaciones que negó en sus primeras declaraciones y de las que después se retractó.