Las precipitaciones fueron normales, con 3,8 litros/m². Hubo episodios cálidos entre el 5-12 y del 13-20, con intrusión de polvo desértico y un posterior descenso térmico hacia finales de mes.
El avance climatológico de la Aemet indica que septiembre ha sido el noveno más cálido en la historia de Canarias, con una temperatura media de 22,7ºC. Esto clasifica al mes como 'muy cálido', presentando una anomalía térmica de 0,9ºC.
Las precipitaciones acumuladas alcanzaron una media de 3,8 litros por metro cuadrado, lo que representa el 61% del valor esperado. Según la serie de referencia de 1991 a 2020, esto clasifica al mes como 'normal' en términos pluviométricos, siendo además el vigesimosexto más seco desde 1961.
La situación anticiclónica predominó al inicio del mes, con temperaturas que se situaron ligeramente por debajo de la media de referencia. A partir del día 5, la llegada de una onda proveniente del este, junto con el establecimiento de un flujo de componente sur en niveles medios y altos, dio lugar al comienzo de un episodio cálido. Este alcanzó su máxima intensidad durante los días 7 y 8, presentando una anomalía térmica cercana a los 2,0 ºC en ese periodo.
Se produjo una intrusión de polvo durante el episodio, aunque su impacto fue mayormente en los niveles altos.
A pesar de la reducción en la altitud de la capa húmeda, esta continuó en niveles suficientemente altos para evitar ascensos significativos en las áreas costeras y en las medianías bajas de las vertientes del norte.
A partir del día 9, un aumento en la intensidad de los vientos alisios causó que las temperaturas cayeran por debajo de la media de referencia, y esta condición se mantuvo hasta el día 12.
Un nuevo ascenso térmico se inició entre el 13 y el 15, cuando la dorsal africana se posicionó sobre el archipiélago y el anticiclón atlántico se trasladó hacia el este, ubicándose al oeste de la Península Ibérica. Esto dio lugar a un flujo de componente este sobre Canarias, que se sumó al flujo de componente sur, originado por la dorsal africana en niveles medios y altos.
Un intenso episodio cálido se produjo debido a esta situación, abarcando el periodo del 13 al 20, con picos de temperatura alcanzados los días 18 y 19. A partir del día 21, se experimentó un rápido descenso en las temperaturas.
En realidad, los criterios de 'ola de calor' fueron cumplidos en parte por el episodio cálido.
La intrusión de polvo mineral desértico resultó ser más intensa y extensa que en los episodios de julio y agosto, afectando en esta ocasión también a niveles bajos y a todas las vertientes.
Desde el día 21, se dieron las condiciones para que las temperaturas descendieran, debido al desplazamiento hacia el este de la dorsal africana, que se alejaba de Canarias, al restablecimiento progresivo del régimen de alisios y al movimiento del vórtice cercano a Mauritania hacia el centro del Atlántico. Además, la aproximación del extremo sur de una vaguada al norte del archipiélago contribuyó a que los valores térmicos se mantuvieran iguales o inferiores a la media de referencia desde el día 23 hasta finales de mes.