El presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, ha tomado la iniciativa de solicitar una reunión con el director de AENA, en un esfuerzo por ampliar el paquete de incentivos dirigidos a las aerolíneas que operan en el Aeropuerto de La Palma. Esta acción se considera crucial para continuar con la recuperación de la isla tras los recientes desafíos.
Rodríguez ha enviado una carta donde destaca que la actual exención de tarifas por pasajero y uso de infraestructuras es una herramienta fundamental para revitalizar la conectividad y el sector turístico local, especialmente después de la erupción del volcán Tajogaite. “Es clave para seguir trabajando en la recuperación de la Isla”, afirma el presidente insular.
La necesidad de prórroga
El mandatario subraya que la prórroga vigente, que expira el 31 de diciembre de 2025, ha demostrado ser un estímulo eficaz. Sin embargo, advierte que la recuperación aún no se ha completado. “La conectividad aérea, aunque ha mejorado, todavía no alcanza los niveles anteriores a la crisis volcánica y a la pandemia”, señala Rodríguez.
Además, enfatiza que mantener rutas aéreas estables, sobre todo las recién creadas, es un proceso que requiere tiempo para consolidarse y ser rentable. “Permitir que este incentivo expire al finalizar 2025 generaría incertidumbre y riesgo real de retroceso en los avances logrados”, añade.
Impacto en la competitividad turística
En su misiva, Rodríguez advierte que si se termina esta medida de apoyo, será mucho más complicado reinstaurarla en el futuro. Este vacío podría afectar gravemente la competitividad de La Palma como destino turístico.
A esto se suma el anuncio por parte de AENA sobre un incremento en las tasas aeroportuarias para el próximo año. Por lo tanto, según el presidente, “la continuidad de esta bonificación se convierte en un contrapeso esencial”.
Por todo ello, Sergio Rodríguez solicita una extensión del actual paquete de incentivos comerciales en el Aeropuerto de La Palma por cinco años adicionales, desde el 1 de enero de 2026 hasta el 31 de diciembre de 2030. “Estamos convencidos de que esta medida es estratégica y necesaria para garantizar no solo la recuperación total del tráfico aéreo, sino también la estabilidad y crecimiento futuro de nuestra conectividad”, concluye Rodríguez.