Reino Unido simplificará sus restricciones a la movilidad internacional y dejará de exigir a partir del próximo mes un test de coronavirus previo al viaje hacia Inglaterra a las personas vacunadas procedentes de países de bajo riesgo, entre ellos España, según ha anunciado este viernes el ministro de Transporte británico, Grant Shapps
A partir del 4 de octubre, el 'semáforo Covid' de viajes que clasificaba a los países según tres categorías de riesgo quedará abolido y solo se mantendrá una lista de países en rojo, para los que las limitaciones continuarán siendo más elevadas.
También en octubre, aunque en una fecha posterior todavía por definir, la exigencia de someterse a una prueba PCR a los dos días de llegar a Inglaterra para los viajeros vacunados procedentes de países "seguros" se sustituirá por un examen de antígenos, más económico.
El Gobierno británico aspira con estas medidas a "reducir el coste de los viajes", al tiempo que continúa protegiendo la salud pública, según ha afirmado Shapps.
Por el contrario, aquellos pasajeros no vacunados continuarán teniendo que pasar un test en las 72 horas previas a su partida, dos pruebas PCR a los dos y ocho días de su llegada a Inglaterra, y guardar cuarentena durante diez días. Al mismo tiempo, países europeos como España, Francia, Italia y Portugal, hasta ahora en la lista ámbar, pasarán a estar clasificados como países de bajo riesgo.
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PAÍSES EN LA 'LISTA ROJA'
Reino Unido mantendrá asimismo la cuarentena obligatoria para viajeros procedentes de territorios en la denominada 'lista roja', que deberán alojarse diez días en un hotel designado por el Gobierno, una estancia con un coste de 2.285 libras por persona (2.675 euros). Turquía, Egipto, Islas Maldivas y Kenia están entre los ocho países que saldrán de esa lista a partir del 22 de septiembre.
En cambio, países latinoamericanos como Argentina, Chile, Brasil, Colombia y México continuarán, por ahora, en esta categoría 'roja'. Los viajeros que hayan estado en esos territorios durante los diez previos a su partida solo podrán entrar a Inglaterra si tienen nacionalidad británica o bien un permiso de residencia en Reino Unido.