www.canariasdiario.com

"Setenta y dos horas"

Por José Luis Azzollini García
lunes 31 de marzo de 2025, 07:00h

Conste ante todo, que soy partidario de la prevención y de poner la venda, antes que la herida. Pero cuando se habla de prevención, deseo pensar más en algo más grande. ¡Más completo! Dentro del paquete que me imagino, tiene que haber mucho de organización, cantidad ingente de horas de trabajo en planificar la práctica totalidad de escenarios posibles para solventar infinidad de situaciones que pudieran sobrevenir y sobre todo, debe haber inversión en infraestructuras que den cobertura a las necesidades básicas de la población a la que fuera dirigida. Por supuesto, la palabra simulacro, tiene que ser una constante entre los ejercicios a ser repetidos por los habitantes de cada país, territorio, localidad y/o edificio donde se viva. Tal vez de llevarse a cabo ese plan de emergencia, pueda que tuviera cabida esa mochilita cargada de elementos vitales para aguantar las setenta y dos horas que proclaman desde la política.

Setenta y dos horas es el tiempo que nos están repitiendo hasta la saciedad, que tendremos que resistir con un kit de emergencias, ante un evento muy adverso. Insisten bastante de hablar de catástrofes atmosféricas como terremotos, erupciones, depresiones aisladas en la parte alta de la atmósfera y/o todo lo que no sea producido por el ser humano. De esa manera la parte política se coloca en una posición de observador y solucionador de problemas en plan benefactores de la humanidad. Se huye, pues, hablar de temas bélicos, aun cuando todos los indicadores no hacen más que presentarnos la posibilidad de que esa desagracia se nos venga encima cual tsunami. La pregunta más inmediata salta casi sin darnos cuenta: En el supuesto caso de que eso de lo que la parte política -al menos en España- no quiere ni mencionar se hiciera realidad, ¿tener un paquete de subsistencia de setenta y dos horas, sería suficiente? Bruselas dice que eso sería lo adecuado para los primeros días; pero, ¿están al tanto de cómo actúan, cuando se habla de tiempos, las personas que obtienen su sueldo de la política, en España?

En la isla de La Palma, resulta que un buen día del mes de septiembre del año 2021, la tierra se abrió en canal para dejar pasar una muestra dramática de cómo se las gasta la madre naturaleza. El volcán de Tajogayte, dejó una huella de destrucción y devastación muy importante. Cuando leo, ahora en 2025, las recomendaciones que la política nos repite desde Bruselas, sobre tener un kit que nos dé soporte vital para las primeras setenta y dos hora después del tipo de catástrofe que desde esas instituciones estén pensando que pueda suceder, me pregunto qué podrán estar pensando los palmeros después seguir esperando -2021 a 2025- a que se les dé solución a su desgracia. ¿Les hablamos sobre la importancia de las setenta y dos horas? Si a un corte en la pierna de quince centímetros de largo x 3 de ancho, le pongo una tirita como la que se usa para un corte producido por el filo de un folio, ¿Conseguiré tapar la hemorragia? ¿Qué recomendaría un palmero que se hiciera con el kit de las setenta y dos horas? Pues eso.

En la provincia de Valencia, hace menos tiempo, se produjo otra de las manifestaciones de la señora naturaleza. En esta ocasión, nos vino en forma de una DANA y la huella que nos dejó en toda España, fue de un riguroso luto. Ahora toda aquella gente que le vio la cara al miedo, a la muerte y a la destrucción, se estará preguntando cómo estiraría el contenido de la mochila de las setenta y dos horas en el tiempo que tuvieron que esperar a que simplemente vieran aparecer la ayuda gubernamental o a que pudieran volver a caminar de una forma menos obstaculizada por muchas de sus calles y avenidas. Setenta y dos horas puede que sea el tiempo justo para decidir lo que se podría hacer con idéntico periodo que recomienda Bruselas. España entera, aún sigue pensando el motivo por el que los políticos directamente implicados en todo aquel desastre, no han dimitido; en el despropósito de sus no acciones; en las inútiles disculpas que han ido dado y, sobre todo, en la tardanza de llegar las ayudas directas que debieron haber llegado antes de las primeras veinticuatro horas y que aún hoy, después de haber aprendido a multiplicar setenta y dos por el tiempo que llevan inmersos en su desesperación, siguen sin llegar a satisfacción, no solo de Valencia, sino de toda España. Setenta y dos horas, incluso menos, es lo que bastaría para saber lo que no deben esperar los partidos involucrados en este desatino, en las próximas elecciones.

Vivimos en el resto del mundo las noticias de un gran terremoto en tierras asiáticas. Allí el tiempo pasará, de las setenta y dos horas, a semanas, meses y años, antes de que nadie de la pobre gente que vive allá, puedan darse cuenta de que con un paquete de emergencia, poco podrían hacer.

Pero ¿estamos seguros de que, como expuse al principio de este artículo, estamos hablando de catástrofes naturales? Toda la prensa nos trae noticias de aumento de inversión en asuntos de protección armamentística ante posibles ataques de algún malnacido que decida que lo nuestro es suyo y quieran apropiárselo sin pasar por el Registro de la Propiedad.

Ese tiempo de setenta y dos horas y más si fuera necesario, es el que debieran invertir, todas las personas que tienen responsabilidades en la alta política, en conseguir una convivencia en paz, independientemente de dónde se viva. La población de Ucrania debe vivir en paz. La población de Israel y de Palestina, son merecedores igualmente de esa paz. En Dinamarca, o en Canadá, deberían estar viviendo una tranquilidad absoluta que, hoy en día, parece que el señor empresario-político-asalta-parlamento, no parece estar dispuesto a permitir, al querer apropiarse -si las noticias que nos llegan son correctas- de Groenlandia o de todo el territorio canadiense, respectivamente.

El mismísimo pueblo español, debería estar absolutamente tranquilo con sus puntos fronterizos con ese otro país, donde las inversiones en armamento sofisticado, es una realidad y donde parece que sus intenciones de anexión señala a territorio de soberanía española.

El mar de China, se ha convertido en otro de esos puntos, donde la paz está siendo comprometida por las intenciones de otro de esos guerreros que, desde la política, amenaza con apropiarse de lo que no es suyo y en Taiwán la paz está en entredicho por no querer usar, La China Imperial, el periodo de las setenta y dos horas en ver donde puede meterse sus amenazas de invasión.

En definitiva, el movimiento al alza de la industria armamentística, la multitud de ejercicios militares que se viven en diferentes puntos del planeta, y las amenazas de los señores de la guerra, nos envían un mensaje claro: cambiemos el kit de supervivencia de setenta y dos horas, por otros políticos que no sean tan nefastos como los que nos toca sufrir y pensemos mejor en un almacén con víveres para aguantar diecinueve días y quinientas noches.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios