Partido de altos vuelos entre la actual subcampeona olímpica (España) y la actual subcampeona del Mundo (Hungría), que se jugaban algo más que el triunfo. Sobre todo, liderar el grupo y evitar así un posible cruce en semifinales ante la campeona Estados Unidos.
Ambos conjuntos comenzaron con fuerza. Con empate a uno (Parkes y Ortiz), Martina Terré sacó un penalti y España se avanzó con un 3-1 gracias a Espar y Forca. España siguió apretando en defensa y afinando en ataque con una Espar en modo Anni y con una Ortiz en modo Bea. Así, visto y no visto, 6-2 y tiempo muerto de Hungría. Attila Biro andaba contrariado con lo que estaba viendo.
El 9-4 al descanso fue muy significativo, sobre todo porque delante estaba una de las potencias mundiales del waterpolo femenino. España quiso seguir inspirada, pero las magiares ajustaron mucho su defensa para intentar cimentar una complicada remontada. El colchón era importante pero no definitivo. Rita Keszthelyi tiró del barco magiar, pero cuando no era Anni, era Bea, y si no Elena Ruiz, en dos consecutivas. La mayoría de edad le está sentando de maravilla. Demasiadas vías de agua para las magiares (13-7).
En el último cuarto y con seis abajo, Hungría necesitaba casi un milagro para remontarle a una España lanzada, con una defensa muy seria, sobre todo en inferioridad, y un ataque muy resolutivo, con un perímetro exterior afinado. Miki Oca movió muy bien sus piezas para mantener la intensidad y desconfiar siempre de esta Hungría. Apretaron las magiares y se acercaron a tres goles (13-10) pero ya era demasiado tarde.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN Aquatics. Enviado especial a Santa Cruz de Tenerife)