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Buenos días, señor robot

Por José Luis Azzollini García
lunes 21 de febrero de 2022, 12:14h

Hace unos días he leído una publicidad bastante curiosa por el trasfondo socio-laboral que comportaba. Venía a decir algo así como que una compañía hotelera del Reino Unido, había adquirido un número millar alto de estas nuevas aspiradoras que se arrastran solas por el suelo y limpian todo lo que está a su alcance. El anuncio, para demostrar sus ventajas al mundo empresarial -iba dirigido a este sector- advertía, a modo de “gracieta”, que la compra de estos aparatos podía conllevar un despido masivo de personal. Era algo así como que quien los comprara, podría verse en la “obligación” de prescindir de una gran parte de ese recurso humano. He de decir, sin embargo, que he leído después algún artículo en internet sobre la maquinita y su venta a esta cadena hotelera, y ya no leí nada sobre la relación de compra con posible pérdida de puestos de trabajo. Pero el mal sabor de boca, me quedó tras la primera lectura; quizá por esa razón, es por lo que no me he reprimido en hacerles partícipes de ello.

Señores pensantes del marketing cuando de lo que se trata es de meter en el mismo saco, aunque sea con calzador, la posibilidad de eliminar puestos de trabajo amparándose en una compra masiva de instrumentos como éste, tal vez haya que pensar que en lugar de con la cabeza, alguien lo ha estado haciendo con las “entre nalgas” y por eso le haya salido esta diarrea mental.

Confiar en que la limpieza que se lleva a cabo por el equipo del “departamento de pisos” -personal profesional y cualificado- en los establecimientos hoteleros que visitamos, pudiera ser sustituida por lo que haga una maquinita a ras de suelo, lo único que demuestra es un desconocimiento absoluto de la labor que, este grupo de personas, realiza diariamente. Está claro que alguien se vino arriba, pensando en que, como en las viviendas particulares se estaba vendiendo como churros, seguramente dar el gran salto al mundo especializado sería un bombazo. ¡Tremenda torpeza!

Para empezar, en una vivienda particular, la limpieza no va a ser analizada por clientes y los pequeños “fallitos”, pasarán más inadvertidos o se disculparán.

Tal vez la persona o personas que diseñaron esta publicidad no hayan hecho uso constante de los servicios hoteleros. O, puede ser que sí, y que al salir de sus habitaciones, hayan observado en el interior de otra, a alguna “camarera de pisos”[1], pasando una aspiradora y de ahí hayan deducido que eso era limpiar una habitación y que su invento lo haría mejor. ¡Otra torpeza!

Para empezar, En una habitación de cualquier hotel, la limpieza que se acomete no es únicamente en los paramentos horizontales, que también; sino que todo lo que se encuentra en el habitáculo y que puede ser observado, tocado o respirado por la clientela, será parte del plan de trabajo en lo que a limpieza se refiere. Y, con esto de cualquier otra cosa que no sea el suelo, se pretende hacer observar que las paredes cogen polvo, los cuadros, espejos y lámparas también. Los baños se llenan de pelos y manchas de la cal del agua, los sanitarios, ya sabemos la necesidad de desinfectar que tienen, el teléfono, el cortinaje, las gavetas de las mesillas, el mobiliario, etcétera. Todo ha de ser sometido al proceso de limpiado. Así que, como no enseñen al aparatito a dar saltos, dudo mucho que desde el suelo consiga hacer una labor tan buena como para sustituir a una sola persona del equipo al que me refiero.

Alguien podría haber pensado que este “rastreador de polvo, podría hacer parte de la limpieza que el personal humano realiza; como, por ejemplo, el aspirado y fregado de la moqueta o piso. Puede ser. Pero, ¿en cuánto tiempo lleva a cabo el repaso de todo el habitáculo? ¿Quince minutos? Ese es el tiempo medio que se suele calcular para la totalidad de la limpieza que he mencionado en el párrafo anterior. Incluyendo, por supuesto, el aspirado del piso y su limpieza con líquidos. Los posibles tropezones con el “rastrero”, no se contabilizan.

Que digo yo, ¿por qué razón, se mete la gente en lo que desconoce? Con lo bien que hubiese quedado el anuncio informando de que tal empresario había adquirido un montón de herramientas para ayudar a su equipo humano a aspirar el piso, al mismo tiempo que se desarrolla el resto del trabajo de limpieza diario en las habitaciones y zonas comunes.

Siempre he considerado la importancia vital que tiene el personal del departamento de pisos en un establecimiento hotelero. Lo descubrí cuando hice mis prácticas en Turismo y veía como ese personal, que empieza mucho antes de que el sol se conecte, hacía su trabajo callado y constante. Lo comprobé cuando ya en la dirección hotelera, pude analizar más en profundidad esa labor y certificar el apoyo que recibía de ellas a mis gestiones comerciales. Si, se ha leído bien. Cuando un establecimiento se ofrece a una agencia o tour operador, el nivel de limpieza es fundamental y la satisfacción del cliente o sus quejas, tienen su peso en la renovación de esos contratos.

Cuando trabajé en la hostelería hospitalaria, también comprobé que las auxiliares de limpieza -en los hospitales no son conocidas como departamento de pisos- desarrollan una labor muy importante. Tan importante que, sin su contribución, seguramente un Centro tendría que cerrar sus puertas o los quirófanos no podrían usarse.

Por estos motivos que expongo, me rechina todo lo que pueda suponer el introducir la posibilidad de “despidos” a la hora de vender un aparato en el mercado de la limpieza hotelera. ¡Ni siquiera me gusta para dejar caer la idea!

Es un grupo humano tan importante, que hasta me molesta como se ha ido metiendo la forma de denominar a este colectivo: “Las Kelis”. Perdónenme las integrantes de esa Asociación, pero me resulta poco afortunado el nombre. Me cuesta admitir un nombre que se parezca al de: “las que limpian”.

Señores del aparatito robotizado de limpieza horizontal, vendan muchos de ellos. Hasta agotar las existencias, si se desea; pero dejen aparcada, ni siquiera la posibilidad, de que esa venta comporte un posible despido de personal de limpieza en los hoteles como si de uno de sus “beneficios” se tratara.

No traten de confundir al empresariado hotelero sobre algo que ya debería conocer en profundidad: A la clientela le gusta recibir los “buenos días” por una voz amable y agradable por las mañanas. A la clientela le gusta regresar a una habitación que huela a limpio, que esté ordenada y que el usar el baño o la cama, no comporte peligro para su salud. A la clientela, cada día más, le gusta saber que contribuye a que otras personas tengan un modo de vida profesional y digna.

Aparatitos todos los que sean necesario para ayudarnos en nuestros respectivos trabajos. Pero en lo que a los departamentos de pisos de hoteles se refiere, por favor respeten el cartelito de “No molestar”.

[1] Camarera de pisos: personal adscrito al departamento de pisos de un hotel. No sirven alimentos ni bebidas, solo se encargan de mantener limpio, desinfectado y organizado su zona de limpieza.

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