En materia turística, califica como “una medida tibia” el establecimiento de un semáforo europeo de colores y reclama acuerdos comunes que proporcionen garantías y credibilidad al destino canario
Se propone establecer un código de colores según el riesgo de contagio de cada país y que los Estados miembros comuniquen cualquier limitación de movimiento con una semana de antelación