Ocho de cada 10 profesionales consideran que, tras la pandemia, ha empeorado el ambiente laboral y la relación con los pacientes en los centros sanitarios y sociosanitarios. Del porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos, casi la mitad lo ha sido hasta en 5 ocasiones y el 15 por ciento en más de diez ocasiones
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado, con motivo del Día Europeo contra las agresiones al personal sanitario, que España podría contar desde hace cinco años con una ley estatal contra este grave problema, pero la “irresponsabilidad y desinterés” del Gobierno ha imposibilitado que nuestro país pueda acabar con la violencia en el ámbito sanitario.
SATSE recuerda que en 2018 presentó al Ministerio de Sanidad una propuesta de norma estatal con más de 50 medidas y actuaciones para dar una respuesta integral, coordinada y conjunta en todo el Estado a la lacra de las agresiones a los profesionales sanitarios, “y sus sucesivos responsables hasta Carolina Darias no han mostrado interés alguno en solucionar este grave problema”, afirma.
“Acabar con las agresiones a las enfermeras, fisioterapeutas y al conjunto del personal sanitario es una asignatura pendiente que suspenden, año tras año, tanto el Gobierno estatal como los de las comunidades autónomas, porque siguen abordando este problema de manera independiente, descoordinada e insuficiente cuando tienen la solución en su mano con la propuesta de norma estatal, y prefieren mirar hacia otro lado o echarse la pelota de un tejado a otro”, aseguran desde la organización sindical.
Asimismo, SATSE recuerda que, finalmente, se abordó el pasado mes de diciembre de 2022 esta propuesta de norma como Proposición de Ley en el Congreso de los Diputados, tras ser presentada por el PP, pero fue rechazada su toma en consideración porque, una vez más, algunos partidos políticos priorizaron sus intereses partidistas al bien común de preservar la salud física, psicológica y emocional de los profesionales sanitarios de nuestro país
La violencia en el ámbito sanitario es un problema generalizado de los profesionales sanitarios y trabajadores del SNS pero afecta especialmente al colectivo de enfermeras y enfermeros por su mayor relación y cercanía con los pacientes y sus familiares. En concreto, ocho de cada diez profesionales de Enfermería han sufrido una agresión física y/o verbal a lo largo de su trayectoria profesional.
Según una encuesta de SATSE realizada el pasado año, ocho de cada 10 profesionales consideran que, tras la pandemia, ha empeorado el ambiente laboral y la relación con los pacientes en hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios. Del porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos, casi la mitad lo ha sido hasta en cinco ocasiones y el 15 por ciento en más de diez ocasiones.
De otro lado, el Sindicato de Enfermería recalca que, en la mayoría de los casos, las agresiones permanecen “invisibles”, ya que se denuncian en un porcentaje muy bajo. Por ello, aprovecha la celebración del Día Europeo contra las agresiones al personal sanitario para insistir a los compañeros y compañeras que no deben “pasar por alto” ninguna agresión sufrida.
“Entendemos que los problemas, esperas y deficiencias que sufre nuestra sanidad pública pueden llevar a situaciones de desesperación, desagrado y enojo entre los pacientes y sus familiares, pero jamás deben originar ni justificar cualquier tipo de episodio de violencia hacia unos profesionales que lo que buscan en todo momento es mejorar la salud y bienestar de las personas a las que atienden y cuidan”, concluye.
El Sindicato de Enfermería, que mantiene una campaña permanente de información y sensibilización bajo el lema “stop agresiones”, seguirá trabajando y presionando al conjunto de administraciones públicas y partidos políticos para lograr acabar con un problema que, en lugar de ir a menos, se ha incrementado en los últimos años.