El sector de los cruceros en España prevé perder prácticamente toda la facturación anual, algo más de 4.000 millones de euros, dado que 2020 pasará prácticamente en blanco, con apenas algo de actividad en enero y febrero, los meses más flojos del ejercicio.
En declaraciones a Efe, el director en España de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), Alfredo Serrano, ha dicho que confía en que para fin de año se vaya restableciendo el tráfico y que el cliente recupere la confianza en que es un viaje seguro y una buena experiencia de vacaciones.
Los datos que maneja CLIA indican que en 2018, últimos datos disponibles, el sector facturó en España 4.300 millones de euros, que este año quedarán en una cantidad muy residual porque la actividad se ha limitado prácticamente a los dos primeros meses del ejercicio en Canarias.
Ya en el mes de abril CLIA avanzó que la industria perdería 985 millones si no se operaba hasta junio. Hoy estas previsiones han quedado muy superadas por una realidad dramática, que hará que al final de año el sector apenas compute ingresos.
La recuperación plena de la actividad no se producirá hasta bien entrado 2021: la mayoría de las compañías tratan de reactivar los viajes poco a poco y observan un cierto dinamismo en las reservas para final de este ejercicio, pero, sobre todo, para el verano del año próximo.
Para Serrano, el verano "está perdido" porque todavía no está permitido operar en España y las compañías necesitan un mínimo de un mes para arrancar, pero dado que ya está abierto el tráfico aéreo cree que debe ser "inminente" que se permitan los cruceros.
En Europa algunos países empiezan, aunque de manera muy marginal, a engrasar la maquinaria para navegar, inicialmente en el Mediterráneo. En Alemania ya comienzan a salir barcos, de momento sólo a navegar sin escalas para rodar sus nuevos protocolos de seguridad sanitaria, aunque en breve se abrirán las rutas a los países bálticos, explica el director de CLIA.
Noruega está en un proceso parecido y en Italia, Grecia y Portugal están en fases muy avanzadas de elaboración de sus normativas locales, de manera que a final de mes estarán listos para poder navegar.
Serrano afirma que, por encima de lo que han establecido las autoridades, las compañías ya estaban trabajando desde antes de la parada de operaciones para integrar todas las medidas y minimizar el riesgo de contagios y, en caso de que se produjeran, eliminar los riesgos de que se propague a bordo.
CLIA sostiene que el interés hacia esta forma de viajar sigue siendo alto: según sus datos un 87 % de aquellos que habían viajado anteriormente en este tipo de barcos repetirá la experiencia y señala que "la gente que hace un crucero sabe que se va mucho más allá en aspectos sanitarios".
MÁS DE 130.000 MILLONES DE EUROS DE FACTURACIÓN MUNDIAL
La industria de cruceros tiene un papel destacado en la economía mundial: emplea de forma directa a 1,17 millones de personas y factura 150.000 millones de dólares anuales (131.100 millones de euros).
El año 2019 se cerró con 30 millones de pasajeros estimados y para 2020 CLIA esperaba que subiera a 32 millones, pero la pandemia dejará las cifras muy lejos del objetivo y romperá una racha de nueve años de crecimiento continuado, a tasas superiores al 5 por cien.
Los datos de Puertos del Estado en España indican que en 2019 se contabilizaron más de 10 millones de personas que arribaron a alguno de estos puertos.
No obstante, la cifra mundial y la española no son comparables porque el cómputo de Puertos del Estado recoge todos los movimientos, de manera que, a modo de ejemplo, si un crucerista embarca en Barcelona, desembarca allí y hace una parada en Palma de Mallorca se registra tres veces.
En España, que ocupa la segunda posición en Europa en número de pasajeros de crucero recibidos tras Italia, el sector genera 4.500 millones de euros anualmente y da empleo a 33.400 personas (incluyendo los puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos).
Además España registró en 2018, últimos datos de que dispone la asociación, 530.000 cruceristas, lo que le sitúan como el cuarto país emisor de Europa por detrás de Alemania, Reino Unido e Italia.
El mercado mundial está muy "complicado", sobre todo en Estados Unidos, y muy especialmente en Florida, donde están los tres puertos de cruceros más importantes del mundo (Miami, Cabo Cañaveral y Fort Lauderdale).
El sector del crucero mundial es, en general, menos estacional y va buscando el buen tiempo, "sigue al sol". En el verano del hemisferio norte, hay mucha concentración de cruceros en Europa aprovechando que es un continente atractivo para los europeos y los americanos y cuando llega el invierno, la actividad se desplaza al Caribe, a Australia, a Sudáfrica, a Dubai... En el caso español es, igual que el resto de turismo, altamente estacional.
CLIA es el gran aglutinador del sector a nivel mundial. Cuenta con 38 miembros de líneas de cruceros que operan 275 barcos y representan más del 90 por cien de la capacidad crucerística global.