El miércoles 6 de febrero de 2019 el sinvergüenza de Pablo Casado convocó una rueda de prensa para programar una manifestación contra el Ejecutivo para el domingo siguiente y exigir a Pedro Sánchez la convocatoria de elecciones,y en un todo insultante y con pocos precedentes en la historia de la democracia española, le endosó 12 insultos a Sánchez en menos de 10 minutos.
A ritmo frenético la ristra de acusaciones, insultos y desprecios al presidente del Gobierno no tuvo fin, le llegó a acusar de ser “el mayor felón de la historia democrática de España”, “el mayor traidor que tiene nuestra legalidad” además de acusarle del grave delito de “alta traición”, hasta comparó al presidente del Gobierno con alguien “que comete delitos de narcotráfico”. Lo acusó de ser el causante de “lo más grave que ha vivido la democracia española desde el 23-F”, además de catalogarle de “ilegítimo”.
Con una clara demostración de que es poco más que un muñeco de feria con el argumentario de FAES y los editoriales de ABC incrustados en su poca sesera, Casado en apenas segundos, llamó a Sánchez “irresponsable, incapaz y desleal que está cometiendo alta traición contra los intereses de nuestro país”, además de “mentiroso compulsivo”. Ante todos estos insultos, Casado finalizó afirmando que “no son descalificaciones, son descripciones”.
Por lo tanto, a él se le puede dar hasta con un serrucho que no serán, según su propia medicina, insultos o descalificaciones sino descripciones, por lo cual le puedes recordar durante horas a sus siete padres y lo considerara una descripción.