Una vez más el refranero del Know-how popular nos ilumina y nos alumbra y por otra parte confirma lo que otro sabio refrán dice” la cabra siempre tira al monte”. Estos dites tradicionales vienen como anillo al dedo para metaforizar y describir la pulsión pasional, de los dos políticos secesionistas catalanes que ostentan la bicefalia de la copresidencia de la Generalitat y en cuyo genoma comparten la exclusión de más de la mitad de los ciudadanos catalanes que respiran el mismo oxígeno y que pagan sus impuestos en Catalunya pero que no tienen las mismas creencias, ni sentido de la vida y que están hartos del estrés que llevan años soportando.
Parece ser que aunque no exista la clonación humana, estamos ante dos personas que comparten sus más de 100.000 billones de conexiones cerebrales neuronales. Parece ser que la beligerancia se va consolidar y que los mantras de raíz identitaria o etno cultural van a ser como dice, el catedrático de psiquiatría de la UAB , Adolf Tobeña, “ un óptimo combustible para avivar más las fricciones políticas” .
El llamado proces es una factoría de litigios que genera malentendidos sociales de forma ininterrumpida así como una constante incertidumbre. No importa a qué precio y las consecuencias que acarrea en las vida de muchos ciudadanos. No importan las penurias de las personas, el estrés, la precariedad económica, los conflictos familiares, la desconfianza colectiva, la tensión, el riesgo del paro, la gran polarización social, la hostilidad toxica del espacio social cada vez más inhóspito y el deterioro de los servicios públicos. El fin justifica los medios. Se confirma de nuevo: es más fácil querer a la ideología y a los ideales que a las personas. Así nos va.
En realidad no es un proces, es un conflicto litigioso, que se operativiza en dos dimensiones el intragrupal o intracatalán, que divide y estigmatiza a los ciudadanos entre buenos y malos, que objetiviza y cosifica a la mitad y que irá en aumento y el intergrupal (menos de la mitad de catalanes con la mayoría de los españoles) que se ira avivando con un Quim Torra que ira echando gasolina al fuego si le dejan. El relato está construido y es más viejo que Machín: buenos y malos, los nuestros y ellos, grandes dosis de mitomanía, nosaltres meamos colonia y ellos cagan mierda muy fétida. Primero la exclusión psicológica y social luego, muchos, el autoexilio y finalmente el desahucio social. En la carpa solo caben los nuestros. Nada nuevo bajo la capa del cielo. Viejos perros con nuevos collares. Y por supuesto no faltan los consabidos chivos expiatorios.
Somos el rastro que dejamos y el rostro que nos forjamos. Los antecedentes y los mojones que ha dejado, el sr. Torra y que se están publicando, de forma masiva en los medios no son muy halagueños y no evitan a la esperanza. Torra, en aquella época, no precisó mucha bibliografía ni mucho discurrimiento y agudeza cognitiva para salirse del surco. Iba sobrado de bravuconería y mala leche. Sorprenden por su belicismo descalificador y su xenofobia. Son muestra de una peculiar frontalización y de una música límbica estridente y megalómana. En la bronca se mueve como un pez en el agua. Su discurso se basa en el dilema excluyente, nunca en una dialéctica responsable que facilitaría la negociación y el acuerdo que tanto se necesita.
¿Se puede construir una Catalunya, como una sociedad justa donde quepan todos con estas creencias? ¿Es esta la persona adecuada para construir puentes y generar un proyecto de integración catalán? No. Por eso lo han elegido. El objetivo es otro.
Torra es un seudolíder que tiene un corazón raquítico donde no anida la paz. Debe de trabajar su inteligencia emocional y aprender a respetarse más para poder hacerlo con el prójimo. Como decía Cioran “nos confesamos cuando hablamos de los demás” ¿Uno piensa, pero es posible, que una persona piense y sobre todo se atreva a decir esto? ¿Cómo es posible que esta persona sea el nuevo presidente de la Generalitat? O a lo mejor es que a ciertas elites extractivas adictas al poder y a las sinecuras les interesa y sirve mucho Torra. Se ha mitificado mucho el seny. No existe. Solo hay personas que lo tiene y otras que no lo tienen. Pero tenerlo es la primera premisa, luego hay que optar por ejercerlo. Hoy el de-sustanciamiento o senyperdut es muy generalizado.
Pero Torra no está solo y está ahí porque en el Parlament , el bloque secesionista es mayoría y sobre todo porque casi la mitad de los ciudadanos los han votado. ¿No pueden complementarse y conciliarse las aspiraciones ,deseos, intereses y valores de las dos mitades de catalanes ¿ o solo quieren el poder y sus privilegios? ¿Una vez que sabemos que no era España quien les robaba, no es posible un nuevo posicionamiento? ¿Todavía no lo han elaborado?.
Todos queremos vivir bien y no tener conflictos. Si sigue la escalada, el riesgo de azuzar el conflicto será muy grande y todos perderán. Es necesaria, más que nunca la prudencia. Si el respeto es un valor que no cuesta nada, ¿porque escasea tanto? Hay que querer querer.
Por otra parte tienen el poder, mejor dicho tendrán el poder que el Gobierno quiere que tengan. Pero hay que consumir realidad, no tienen el control y son dependientes. La pócima: ante el principio del placer hay que contraponer el principio de realidad y la ley. Poner límites es necesario para ejercer la función normativizadora y civilizadora. El problema no es lo que haga Torra, la cuestión es lo que haga el Gobierno, el resto de partidos políticos, la justicia y el resto de la sociedad.
Europa es una amplia autopista donde no puede haber atajos .Se ha acabado el tiempo de las argumentaciones y deliberaciones es la hora de tomar les decisiones adecuadas y actuar. ¿Le temblara el pulso al Gobierno y a Europa?
Recuerden nuestro mantra: en derrota transitoria pero nunca en doma y menos aún en quejorrea patética y lacrimógena.