“Ventaja ilegal”, así ha considerado la Comisión Europea la actividad de Google. Le impone una multa de 2.420 millones de euros. Considera que su posición ventajosa como buscador de Internet se beneficiaba a sí mismo a la hora de comprar productos y sitios de compras. Se le acusa de ocultar o minimizar la visibilidad de la competencia.
La multa es la más alta impuesta por la administración comunitaria, más del doble que la de Intel en el año 2009, que se quedó en 1.060 millones.