Nuevo episodio de violencia en el fútbol. Ha ocurrido este domingo en el Municipal de Alaró.
Se jugaba el partido de infantiles que entre el Alaró y el Collerense y tras una dura entrada de un jugador del equipo local sobre un futbolista del equipo visitante, se desató la pelea. La tensión fue subiendo hasta que varios padres de uno y otro equipo comenzaron con los puñetazos, patadas e insultos. El encuentro fue suspendido.
Algunos tuvieron que ser atendidos por heridas leves. Otros, presentaron denuncia ante la Guardia Civil en el cuartel de Inca.
Por su parte, la Federació Balear de Fútbol ha anunciado que este lunes convocará el Comité Antiviolencia.
Se trata del segundo episodio de este tipo en menos de diez días: la semana pasada el joven árbitro Marc Prats fue agredido por un aficionado al finalizar el partido entre el Llucmajor y el Baleares Sin Fronteras.