“Nuestra pirámide poblacional se ha invertido y necesitamos nuevas políticas: en San Bartolomé no entendemos la vejez como una carga, sino como un activo imprescindible. Nuestros mayores han levantado este municipio y siguen contribuyendo a su desarrollo”
San Bartolomé. Envejecer bien es uno de los grandes logros de nuestra sociedad. España es hoy uno de los países más longevos del mundo, con una esperanza de vida que supera los 83 años. Esto ha provocado que casi una de cada cinco personas (20,4 %) tenga ya más de 65 años, y que, según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística, en 2050 este grupo pueda llegar a representar más de un tercio de la población.
En Europa la tendencia es similar: en 2020, el 19,2 % de los europeos tenía 65 o más años. La consecuencia es evidente: cada vez tendremos más personas mayores y, por tanto, más responsabilidad colectiva de garantizar que esa etapa de la vida se viva con salud, dignidad y participación.
En San Bartolomé no entendemos la vejez como una carga, sino como un activo imprescindible. Nuestras vecinas y vecinos mayores han levantado este municipio y siguen contribuyendo a su desarrollo: apoyan a las familias, transmiten valores, participan en la vida cultural y social. Nuestro deber como administración es ofrecerles espacios y programas para que sigan siendo protagonistas.
Con esa convicción hemos diseñado el Plan de Envejecimiento Activo 2025, que este año pone a disposición más de 550 plazas en San Bartolomé y Playa Honda. Incluye actividades de ejercicio físico, teatro, informática, estimulación cognitiva y, como novedad, dos talleres que refuerzan la creatividad y la mente: Desafía tu mente y Manualidades.
Este plan no nace de cero. Se suma a una trayectoria que incluye programas como Mayores en Marcha, viajes culturales, formación digital y talleres de hábitos saludables. Acciones que han demostrado que la participación activa retrasa la dependencia, mejora el bienestar emocional y combate la soledad no deseada.
Los datos son claros: en España ya hay 142 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Esto significa que nuestra pirámide poblacional se ha invertido y que necesitamos nuevas políticas. Pero lejos de verlo como una amenaza, en San Bartolomé lo asumimos como una oportunidad para reforzar la cohesión social.
Porque envejecer no es retirarse de la vida. Envejecer en San Bartolomé significa seguir aprendiendo, compartiendo y aportando. Nuestro compromiso es firme: garantizar que cada año añadido sea un año vivido con plenitud, orgullo y participación.
En definitiva, la verdadera riqueza de una sociedad no se mide en su PIB ni en sus cifras macroeconómicas, sino en la forma en que trata a sus mayores.
Y en San Bartolomé lo tenemos claro: nuestros mayores no son el pasado; son presente y futuro.
Isidro Pérez.
Alcalde de San Bartolomé (Lanzarote)