El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, destacó la importancia de recordar la batalla de El Batán y la necesidad de defensores de la isla para garantizar un futuro sostenible. Subrayó la riqueza cultural de Canarias y abogó por la paz y el respeto a los derechos humanos en un mundo convulso.
“Hoy necesitamos de nuevo mujeres y hombres como quienes protagonizaron la defensa de Gran Canaria y el Real de Las Palmas”, afirmó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la conmemoración del 426 aniversario de la derrota de las tropas holandesas en la batalla de El Batán.
Morales se aferró al carácter inspirador de este episodio histórico y señaló que hacen falta “defensores y defensoras de nuestra tierra para hacerla sostenible y para dejarla en las mejores condiciones a las nuevas generaciones que darán continuidad a nuestra historia en ella”.
Así lo proclamó en un acto celebrado en el Castillo de Mata y en el que también participaron representantes de las Fuerzas Armas españolas, así como de los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida. El Cabildo de Gran Canaria aportó una corona de flores elaborada con flores azules y amarillas.
“El Cabildo de Gran Canaria se siente orgulloso de la historia que han protagonizado cientos de miles de grancanarios, que durante siglos han construido una isla emprendedora, ilustrada, innovadora, solidaria y moderna. Esta realidad actual que mira con optimismo las posibilidades de progreso durante el siglo XXI, hunde sus raíces en un pasado, lleno de acontecimientos tan significativos y merecedores de recuerdo y actualización como la batalla de El Batán”, agregó.
El presidente del Gobierno de la isla sostuvo que “lo que somos en la actualidad, es resultado de nuestro compromiso diario, del esfuerzo que hacemos por desarrollar nuestro entorno, nuestra familia, nuestra isla, nuestra comunidad. Pero también heredamos una cultura que está hecha de valores, de tradiciones, de conocimientos que se han construido durante siglos y que determinan nuestra forma de ser, la manera de relacionarnos con el medio social y natural y de comunicarnos con nuestra gente”.
Y añadió que “en esta cultura que nos identifica están contenidas las razones por las que defendimos nuestra isla entonces, y la conservamos y engrandecemos hoy. Estas celebraciones sociales confirman que somos una sociedad viva, que une enseñanzas inolvidables con la tarea permanente que sostiene cada día un proyecto común”.
“Nos gustaría que si aquellos defensores pudieran comprobar cómo está la isla que defendieron, se pudieran sentir orgullosos y exclamar que valió la pena, como lo hacemos nosotros con nuestra mirada contemporánea. Queremos estar a la altura de su gesta. Vencer tendencias que a veces nos perjudican, como cuando pensamos que no podemos hacer nada por mejorar nuestra convivencia. Las sociedades que avanzan son las que consiguen que la mayoría sienta como propia la realidad de todos”, reflexionó.
En este contexto, recordó que “Canarias es un archipiélago atlántico que nos ha unido a pueblos de todos los continentes, especialmente a los cercanos y que ha integrado culturas muy diversas enriqueciendo la propia. Estamos, por la geografía, cerca de la costa africana, social y políticamente en la Unión Europea y por nuestros lazos culturales y familiares hermanados con Latinoamérica. Esta experiencia tricontinental nos hace sabedores de que el mar y nuestras costas son a la vez puente y oportunidades de comunicación, pero también espacios para la conquista y la dominación”.
“Hoy”, lamentó, “nos sobrecoge que seamos también un espacio para la acogida de miles de personas que se ven obligadas a abandonar sus países obligadas por la violencia o la pobreza. Y se están despreciando sus derechos reteniéndolas sin los medios adecuados; conculcando en otros casos el derecho internacional de asilo.
“Episodios de saqueo y sangre como el que hoy recordamos nos enseñaron a valorar nuestra unión y la defensa de nuestra tierra y nuestra libertad como señales irrenunciables de un pueblo digno y cuidadoso de sus derechos. Canarias es una sociedad abierta que ha reconstruido su cultura desde el mestizaje de muchas influencias que nos permiten ofrecer hoy, a millones de visitantes, elementos etnográficos, artísticos, paisajísticos, lingüísticos y folklóricos originales y merecedores de su conocimiento y disfrute”, subrayó.
Además, afirmó que “Gran Canaria, en particular, dispone de unas potencialidades enormes” y que “esta historia brillante y este presente esperanzador requieren el compromiso de todos para conservar y extender derechos, para cohesionar nuestra sociedad y para entender que territorio y humanidad compartimos el mismo destino de protegernos y conservarnos”.
“Quizás por eso siempre hemos defendido nuestra condición de territorio de paz en un mundo convulso, con más de cincuenta conflictos bélicos vivos en la actualidad, con ejemplos sangrantes como los de Gaza y Ucrania. Este acto debe servir también para denunciarlo y para reafirmarnos en la defensa de la paz y en el rechazo a la violencia y los totalitarismos”, finalizó.