Los estadounidenses Will Smith y Jason Derulo cautivaron a las miles de personas que acudieron a la jornada inaugural, del que muchos consideran “el festival de festivales”.
“No entendemos el comienzo del verano sin el Granca Live Fest”, se escuchaba entre los asistentes que esperaban la apertura de puertas en el Estadio de Gran Canaria, convertido anoche en una macrodiscoteca al aire libre por el que fueron desfilando artistas y grupos del panorama nacional e internacional que hicieron disfrutar a un público entregado durante casi nueve horas de música en directo.
Toni Bob fue el encargado de amenizar la llegada de los primeros espectadores que pisaron el césped del conjunto amarillo con un único objetivo: pasarlo bien y disfrutar de una noche “de película”.
Una vez encendida la mecha, la programación continuó según lo previsto: María José Llergo, Averzzo y “Efecto Pasillo”, que anoche se estrenaron como embajadores del festival después de componer el himno oficial, “Granca Love”.
“El nombre de la canción no es casualidad. Refleja el estatus de `love mark ́ que ha conseguido el festival. Su esencia va más allá de la música, convirtiéndose en un símbolo de conexión, emoción y pasión compartida”, reconoce el grupo canario.
Pasión por la música como la que comparte Helen con su hija, recién aterrizadas de Reino Unido para disfrutar de la música de Will Smith. O Cristina, que trajo a sus sobrinas de Fuerteventura para cumplir con el regalo de Reyes.
El joven Fabio Isola dio paso a una de las actuaciones más esperadas de la noche. Jason Derulo llegó, cantó y enmudeció al público con una puesta en escena cósmica, apoyándose en la última tecnología con efectos especiales y llamaradas de fuego. Un espectáculo de sesenta minutos que no dejó indiferente a nadie y donde hizo un recorrido por toda su trayectoria musical.
Derulo, con siete álbumes publicados, interpretó sus temas más icónicos. “Wiggle”, “Take you dance”, “Acapulco” y el exitoso hit veraniego “Savage Love”, coreado por los miles de fans que gritaban su nombre entre canción y canción.
Ya con el ambiente en el punto más alto, el “Príncipe de Bel Air” apareció en plano y, en medio de sus primeras palabras en inglés, hizo una pausa, miró al público y