Ahora que nos empobrecemos de manera acelerada, se hace necesaria, más que nunca, la educación financiera.
Nos encontramos en una espiral en la que muchas familias se encuentran en momentos de dificultad porque les han subido los precios, los impuestos, la cuota de la hipoteca pero no los salarios. Y, aunque entren dos nóminas en casa, cuesta llegar a fin de mes.
Conocer cómo se mueve el dinero permitirá estar en el lado correcto y tomar las decisiones correctas.
Para conocer cómo está montado este entramado, hay que remontarse al 23 de diciembre de 1913 con la creación de la Reserva Federal, Banco Central de Estados Unidos. Aunque no fue el primero, fue el más poderoso y sirvió de modelo para los de otros países.
Debió ser una operación estudiada durante mucho tiempo porque aún perdura y está significando el trasvase de riqueza más importante de la Historia, de ciudadanos a banqueros.
Como dijo el prestigioso economista John Maynard Keynes: “Mediante un proceso continuo de inflación, el gobierno puede confiscar en secreto y sin ser observado una parte importante de la riqueza de los ciudadanos. Ni siquiera un hombre entre un millón podrá detectar el robo”. Siempre me ha parecido alucinante esta frase. El gobierno, que en teoría debe velar por nosotros, nos está robando. What???
Los gobernantes están de paso y tiran del dinero gratis. Y la fiesta la pagamos siempre los mismos ¿Adivinan cómo?
En 1913, dos meses antes de crear la Reserva Federal, crearon el impuesto sobre la renta. Repito: dos meses antes ¿Casualidad o causalidad?
En cuestión de dos meses cerraron el círculo del dinero. Los bancos crean dinero de la nada (y se enriquecen por ello) y los contribuyentes permitimos pagar esa deuda del Gobierno con los bancos con trabajo, sudor y esfuerzo. Los salarios recibidos empezaron a llevar aparejado un nuevo impuesto que iba al Gobierno. Esos fondos servían para devolver la deuda al Banco Central. Otro factor de empobrecimiento a unir a la inflación de Keynes: los impuestos. Pero no se vayan todavía, aún hay más.
Los gobernantes quieren perpetuarse en el poder y aumentan el Gasto Público para atender a las demandas de los ciudadanos. Piden dinero a los Bancos Centrales y lo reciben gustosamente. Ya apechugará el que venga después. Ese dinero no es gratis. Es deuda para con el Banco Central y el gobierno la ha de devolver con intereses. Pero, ya saben, los impuestos de los ciudadanos son los que pagan la fiesta.
Cobrar por un producto inventado es el negocio del siglo. Emitir un cheque sin fondos es delito si lo hace uno de nosotros pero si lo hace un Banco Central es un “ilícito permitido”. Menudo oxímoron.
Los banqueros también crean dinero desde los propios bancos comerciales. De hecho, se crea más dinero así que como vimos anteriormente. Gracias a la reserva fraccionaria se les permite dar préstamos más allá del importe de los depósitos que tienen. Se les permite mantener hasta un 1% del dinero y crear, también de la nada, un 99% por encima. Como dice mi amigo Jaume, esa base que deben tener depositada, la crean en el mismo momento que otorgan el préstamo. La comisión de apertura que te cobran por prestarte dinero, normalmente el 1%, es el dinero que sirve como base de cálculo para crear préstamos con dinero que no tienen. Se le llama coeficiente de caja. Es decir, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, pero la materia prima que va en el guiso, la pagamos nosotros.
Así se genera el dinero. Y ese es el origen de la inflación, que no es la subida de precios sino la pérdida del poder adquisitivo por el aumento del dinero en circulación sin una correspondencia con un aumento de la producción de bienes y servicios. La consecuencia es que suben los precios.
La inflación empobrece nuestra economía pero enriquece la de los banqueros que emitieron dinero y cobran por ello. A eso se refería Keynes.
Y vino la pandemia, con un origen cada día más lejano del pangolín y más cercano a la mano del hombre. Hasta el FBI habla de escape del laboratorio de Wuhan. Y se imprimió el 40% de todo el dinero que se había imprimido hasta ese momento. Fue un acelerador enorme para el empobrecimiento de la población. Un parón tan brutal de la economía hizo que se dieran préstamos ICO a todo el mundo. Los banqueros frotándose las manos. Más deuda. Más Keynes.
Y para controlar el aumento de los precios, los Bancos Centrales deciden subir los tipos de interés. Siempre lo han hecho y aquí se lo he explicado. Ojalá no le hayan pillado.
Y Hacienda ha aprovechado el tirón inflacionario para hacer récord de recaudación. Se ha realizado una subida de impuestos encubierta al no haber deflactado (reducido) los impuestos.
Impuestos, intereses e inflación a toda velocidad. Los tres mecanismos de empobrecimiento a toda marcha. Todos con “i” de “incauto” si no lo han visto venir. Espero que sí sean de esos entre un millón que han podido ver el robo al que aludía Keynes.
Pero no, alguien decidió que conocer el flujo del dinero y por qué nos empobrecemos aunque sigamos trabajando no era importante y no nos lo enseñaron en el colegio.