Querido Papa Nöel, un año más nos vemos a las puertas de las Navidades, pero, al paso que vamos, en lugar de comer turrón, deberemos de probar con los sorbetes y helados.
Con unas temperaturas de 23 grados en plenas Navidades, esto comienza a parecer el trópico, y no tenemos ya posibilidades de sacar de los armarios la ropa de invierno, que tanto me gusta llevar.
Si esto sigue así, los abrigos, sombreros y bufandas quedarán como reliquias en los armarios para mostrar a nuestros nietos como complementos que utilizábamos en otro mundo, donde las estaciones del año daban paso al frío y al calor, hoy inexistentes.
Y, dicho sea de paso, unas Navidades sin guantes, ni gorros, sin turrón y chocolate caliente, poco tienen de Navidad, por no hablar de que debido a la inmigración, que cada vez es mayor, con el batiburrillo de religiones que fluctúan en toda España, dentro de poco, ni la Navidad tendrá mucho sentido.
Porque, digo yo, que ya poco sentido tiene celebrar unas fiestas en que la mayoría de las personas no saben ni lo que celebran. Está claro que por no trabajar las fiestas se siguen manteniendo, pero, en pocos años, nuestros políticos comenzarán a cambiar el nombre de las fiestas patronales y religiosas por las fiestas por la igualdad, disparidad sexual…
Ya comienza a tener poco sentido celebrar algo que no sabemos qué es, igual que luchar por algo por lo que no sabemos qué defender. Los valores y creencias de nuestra sociedad han cambiado y sería lo normal que fuéramos creando una sociedad con nuevos valores y basada en nuestras nuevas creencias, ya que aferrarnos a viejas costumbres que no tienen sentido solo nos produce dolor.
¿Por qué razón en un pais que se quiere proclamar laico se sigue celebrando la Navidad?
Solo nos agarramos a lo que nos da fiesta, poco trabajo y días de descanso, que nuestros políticos están agotados de discutir y necesitan descansar de tanto conflicto. Necesitamos comenzar a crear entre todos un nuevo mundo y para ello tendremos que basarnos en estos nuevos valores que debemos encontrar, porque, a día de hoy, la gran mayoría no saben ya cuáles son.
Así que este año, a ti, Papá Nöel, te pido reflexión para todos y fuerza para crear el nuevo mundo que vamos a tener que sostener entre todos. Te pido también sentido común para crear una sociedad en la que impere el buen hacer, el respeto hacia los demás y la igualdad de posibilidades, basándonos en el sacrifico y trabajo de cada uno.
También te pido un poco de AMOR, que buena falta hace entre nosotros, y de paciencia para poder asumir todos los cambios que deberemos de hacer de aquí en adelante, y un gran grado de humildad para aceptar el cambio.
Espero haber sido buena este año, querido Papa Nöel, y que me premies por lo menos con la mitad de lo que pido y que hagas lo mismo con todos mis seres queridos.
Y en mi caso, por favor, reitero que me concedas paciencia para poder sostener todos los cambios que me han de venir en el próximo 2023.
Muchas gracias de antemano por cuidar de mí un año más.