Rusia ataca a Ucrania
Putin opta por la ofensiva militar contra el país vecino
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Entre las condiciones que Ucrania se vería forzada a asumir para poner punto y final a las hostilidades se hallan algunas de las aspiraciones que el Kremlin ha venido exponiendo y reclamando desde el inicio de la invasión: la renuncia a formar parte, ni ahora ni tampoco en el futuro, de la Alianza Atlántica, el mantenimiento de un estatus de neutralidad en el contexto de equilibrio entre ambos bloques (el de la OTAN, por una parte, y Rusia y sus aliados, por otra), y el reconocimiento de la independencia de las regiones contrarias al Gobierno de Zelenski y que cuentan con el apoyo explícito de Moscú.
La esperanza de que este borrador de acuerdo pueda concretarse en una realidad más tangible y definitiva se ve alimentada por la valoración relativamente optimista que ha deslizado el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, este miércoles.
EL MINISTRO RUSO DE EXTERIORES RECONOCE QUE "EXISTEN ESPERANZAS"
Según el jefe de la diplomacia del Kremlin, "existen esperanzas de alcanzar un compromiso" que signifique la consecución de un alto el fuego en Ucrania. Para Rusia, el modelo que debería presidir el marco de relaciones entre ambos países pasaría por la adopción, por parte del Gobierno de Kiev, de un estatus de neutralidad similar al que mantienen países como Suecia y Austria.
Sin embargo, la idea no acaba de ser del agrado de los representantes ucranianos. Mijailo Podoliak, uno de los asesores del presidente Zelenski que más activamente está tomando parte en las negociaciones, ha rechazado que el país mimetice las condiciones que presiden las relaciones de Rusia con los territorios del Norte de Europa anteriormente mencionados. De hecho, Para Podoliak, "solo puede existir un modelo, que es el ucraniano", al menos, según ha indicado, mientras prosiga la guerra con el país que ha invadido sus fronteras.
Menos fricciones existen, sin embargo, en otro de los puntos clave de las conversaciones: la definitiva renuncia de Ucrania a ser parte de la OTAN. El propio Zelenski así lo ha admitido en las últimas horas, reconociendo que, tras conocerse pormenorizadamente las exigencias rusas, "ha quedado muy claro" que Ucrania no es, ni será tampoco en un futuro a medio o largo plazo, miembro de la Alianza Atlántica.