En la reunión, que contó con la participación del psicólogo municipal, Eduardo Cabrera, y de los directores y jefes de estudios de los centros escolares, estuvieron presentes el primer teniente de alcalde, Alejandro Marichal, y el equipo técnico de la Concejalía de Servicios Sociales. Durante el encuentro se dieron a conocer los detalles de la actuación y se destacó la importancia de la implicación del profesorado en su desarrollo.
“Hablamos de un problema real que afecta a nuestras familias y a nuestro alumnado. Prevenir el suicidio y cuidar la salud emocional es una responsabilidad colectiva, y este proyecto nos permite actuar desde el conocimiento científico y la coordinación entre instituciones”, subraya el concejal de Servicios Sociales, Dimas Sarmiento.
La iniciativa forma parte del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Colegio Oficial de la Psicología de Las Palmas, aprobado en Pleno y vigente hasta 2027, con una dotación de 180.000 euros distribuidos en tres anualidades. Este acuerdo tiene como finalidad analizar y actuar sobre los factores que influyen en el bienestar psicológico de los adolescentes, implicando a la comunidad educativa, las familias y los servicios públicos locales.
El convenio, firmado con el decano del Colegio Oficial de la Psicología de Las Palmas, Francisco Javier Sánchez Eizaguirre, surge como respuesta a la alerta de la Organización Mundial de la Salud, que advierte del incremento de los trastornos mentales en la población infantojuvenil y sitúa el suicidio como la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.
En este contexto, explica Sarmiento, “el proyecto busca detectar precozmente situaciones de riesgo emocional y fortalecer los factores de protección en el entorno escolar, familiar y comunitario, mediante la participación de más de 1.100 adolescentes de entre 12 y 18 años, sus familias y el profesorado del municipio”.
La investigación, avalada por el Comité de Ética de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, utiliza una metodología mixta (cuantitativa y cualitativa) y contempla la activación de protocolos de derivación a los servicios sanitarios o sociales en caso de detectarse indicadores de riesgo.
“Este convenio sitúa a San Bartolomé de Tirajana a la vanguardia de las políticas locales de salud mental y bienestar adolescente, con una actuación estructurada, científica y de largo recorrido”, añadió el primer teniente de alcalde, Alejandro Marichal, quien subrayó la necesidad de “construir una red de prevención desde la escuela y la comunidad”.
El proyecto, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se desarrollará a lo largo de los próximos meses en todos los centros educativos públicos del municipio. Los resultados servirán para diseñar un modelo de intervención comunitaria que fortalezca la salud emocional de la juventud de San Bartolomé de Tirajana.