El Parlamento de Canarias conmemora el Día Europeo de las Personas Sordociegas, destacando la importancia de dar voz a este colectivo. En un acto presidido por Ana Oramas, se leyó un manifiesto que resalta los desafíos que enfrentan las aproximadamente 215 personas sordociegas en las islas, como la falta de accesibilidad y servicios especializados. La Asociación de Personas con Sordoceguera de Canarias (ASOCIDE) pide mayor visibilidad y participación en la sociedad para garantizar sus derechos y necesidades específicas.
El Parlamento de Canarias ha celebrado el Día Europeo de las Personas Sordociegas con un acto significativo que tuvo lugar este martes, 21 de octubre. La ceremonia fue organizada por la Asociación de Personas con Sordoceguera de Canarias y estuvo presidida por la vicepresidenta primera Ana Oramas.
Oramas destacó la importancia de visibilizar a este colectivo, uno de los más desconocidos pero también más resilientes del archipiélago. La vicepresidenta, quien también preside la comisión de Discapacidad, subrayó que se trata de “una discapacidad única, con necesidades específicas y enormes retos en materias de accesibilidad y derechos”.
Según datos proporcionados por la Dirección General de Discapacidad del Gobierno de Canarias, actualmente hay aproximadamente 215 personas diagnosticadas con sordoceguera en las islas. Durante el evento, se llevó a cabo la lectura del manifiesto titulado “Soy persona sordociega, mi voz también cuenta”, a cargo de Cristo Manuel González Fajardo, presidente de ASOCIDE.
González Fajardo hizo un llamado a la sociedad para que escuche las demandas del colectivo sin tomar decisiones en su nombre. “Para las personas sordociegas, el archipiélago continúa siendo un lugar lleno de desafíos; la dificultad para acceder a servicios especializados, la escasez de profesionales y las distancias hacia los centros de referencia son algunos de los obstáculos diarios que enfrentamos”, afirmó.
Desde ASOCIDE se enfatizó la necesidad urgente de garantizar accesibilidad universal para las personas sordociegas y fomentar su participación activa en la vida social. “Es fundamental que esta integración sea una realidad en todos los ámbitos”, concluyeron desde la asociación.