Un estudio de la Universidad de La Laguna revela que los jóvenes de La Palma afectados por el volcán Tajogaite presentan mejor salud mental que sus pares en el resto de la provincia. La investigación muestra una menor prevalencia de problemas de ansiedad y soledad entre los adolescentes de Tazacorte, El Paso y Los Llanos de Aridane. Factores como el apoyo social y las iniciativas comunitarias han contribuido a esta resiliencia positiva. Además, se destaca que las mujeres jóvenes reportan más problemas de salud mental en comparación con los hombres. Este análisis subraya la importancia de estrategias de intervención temprana para abordar las secuelas psicosociales tras desastres naturales.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de La Laguna ha puesto de manifiesto que los jóvenes de las zonas afectadas por la erupción del volcán Tajogaite, específicamente en los municipios de Tazacorte, El Paso y Los Llanos de Aridane, presentan una menor prevalencia de problemas de salud mental en comparación con sus pares del resto de La Palma y otros jóvenes de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Los resultados revelan que la puntuación media en ansiedad, medida a través de la escala GAD-7, se sitúa en 6,02 para esta población joven, frente a 7,38 en el resto de la isla y 7,14 en el ámbito provincial. En cuanto al malestar relacionado con la soledad, los promedios son igualmente alentadores: 15,72 en la zona afectada, comparado con 16,88 y 17,12 en el resto.
Estos hallazgos han sido publicados en un artículo en la revista científica Aposta, titulado “Salud mental juvenil tras la erupción del volcán Tajogaite en La Palma. Este análisis fue llevado a cabo por Juan Vianney Trujillo González y Ana Goretty Padrón-Armas, investigadores vinculados a la ULL y al IESA-CSIC.
De acuerdo con los autores del estudio, las mejores condiciones de salud mental observadas entre los adolescentes afectados pueden atribuirse a factores protectores como el apoyo social, iniciativas comunitarias y programas preventivos implementados en centros educativos locales. Estas acciones han contribuido a una reducción significativa de síntomas psicoemocionales entre los jóvenes que vivieron la erupción.
El estudio también destaca que las mujeres adolescentes reportan una mayor prevalencia de problemas de salud mental en comparación con sus compañeros varones. Esta tendencia coincide con investigaciones previas que sugieren que las experiencias vitales entre géneros difieren debido a desigualdades sociales y culturales. Trujillo y Padrón-Armas explican que “las distintas expectativas y exigencias” influyen notablemente en la salud mental.
En conclusión, el análisis sugiere que la juventud palmera ha desarrollado una resiliencia positiva tras la crisis provocada por el volcán. Esto subraya la importancia de entender los efectos psicosociales derivados de desastres naturales para diseñar estrategias efectivas de intervención pública y programas orientados a fortalecer factores protectores y prevenir problemas futuros.
La investigación se llevó a cabo mediante un análisis transversal descriptivo utilizando un enfoque cuantitativo. Se aplicó un cuestionario al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato tanto en La Palma como en otras islas del archipiélago canario. En total, se recopilaron 1.521 encuestas: 612 pertenecientes a estudiantes palmeros y 909 a jóvenes de El Hierro, La Gomera y Tenerife.
El principal instrumento utilizado fue una encuesta autoadministrada bajo supervisión docente. El proyecto titulado “Resurgir de entre las cenizas” se basa en el cuestionario ESTUDES del Ministerio de Sanidad e incluye un bloque específico sobre salud mental que evalúa indicadores como ansiedad, autoestima y malestar emocional general.