Los agentes entraron al edificio y, una vez en la puerta de la entrada al piso, escuchan
forcejeo entre la mujer y el hombre que según verbaliza ella le está impidiendo abrir la puerta para recibirlos. Una vez en el interior, se separan ambas partes y se realiza una entrevista con cada uno de ellos.
La mujer explica que la otra persona había sido su pareja sentimental y que tras entrar en la vivienda, le había agredido y quitado el móvil. Por su parte, el hombre señaló que accedió a la vivienda para denunciar a la mujer porque, supuestamente, acoge a dos menores que tienen orden de búsqueda, detención e ingreso en CIEM Valle Tabares.
Una unidad del grupo procedió a trasladar a la supuesta víctima hasta el centro de salud más cercano y posteriormente a la comisaría donde presentó, junto con el parte médico, la correspondiente denuncia.
Por su parte, la otra unidad detuvo al varón, le informó de sus derechos de manera verbal y por escrito y fue trasladado al hospital, donde se le realizó un vendaje por una fractura de hueso de su mano derecha. Tras el alta hospitalaria, se le lleva a comisaría para ser presentado en el Juzgado de Guardia de Violencia de la Mujer.
Al supuesto agresor no le constaba ninguna requisitoria judicial (orden de detención o de alejamiento) pero sí antecedentes policiales por otro posible caso de violencia de género con una persona distinta a la de la intervención.