El municipio del norte grancanario está experimentando una turistificación acelerada, con 1800 plazas en viviendas vacacionales para un total de 5600 habitantes.
La organización entiende que la construcción de 3.600 nuevas camas hoteleras perpetúa un modelo turístico que genera pobreza y que se ha demostrado obsoleto.
Luis de la Barrera, portavoz de Drago Gran Canaria: “nos tememos que el porcentaje de visitantes de fuera de Canarias está aumentando, y por eso lo ocultan”.
El sistema de reservas planteado actualmente, que se pone en marcha el 3 de febrero, no establece una diferenciación real entre la población canaria y los turistas.
“Dreamland está muy lejos de favorecer la diversificación económica que tanto utilizan como justificación”, sostiene el portavoz de Drago Gran Canaria, Luis de la Barrera.