Inocente tras pasar veinte años en la cárcel. Horace Roberts en 1998 fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de su amante en 1998. Desde entonces ha pasado 20 años privado de libertad. Ahora las pruebas de ADN confirman que no fue él.
“Esto es emocionante, es lo que más echaba de menos…sentirme libre, ser libre”, ha declarado a su salida de prisión.
Mientras tanto los dos principales sospechosos de la muerte de su amante entraban en prisión el pasado viernes. Son el marido y el sobrino de Cheek y todo apunta a que dejaron pruebas falsas para vengarse.
Horace Roberts ha quedado en libertad gracias a la labor de una escuela de derecho de California que ha luchado por hacer justicia. Ahora Roberts comienza su nueva vida, se reencuentra con sus familiares. Vuelve a casa, el lugar de donde nunca se debería haber ido, porque siempre ha sido inocente.