Según la predicción de la oficina de desechos espaciales de la ESA en Darmstadt (Alemania), las áreas de reentrada de la nave fuera de las latitudes comprendidas entre 43 grados norte y 43 grados sur se pueden excluir.
Sin embargo, y debido a la geometría de la órbita del laboratorio espacial, la probabilidad de impacto será máxima justo en los extremos de dicha franja de terreno, en un área próxima a los 43º Norte y Sur: el paralelo Norte pasa por España.
Se espera que se desintegre en la atmósfera y que sus restos caigan en una amplia zona con forma de elipse de miles de kilómetros de largo y decenas de kilómetros de ancho.
La ESA ha explicado que solo será posible conocer el lugar de reentrada aproximado con un día de antelación y, por tanto, qué regiones del planeta podrán presenciar el suceso. Entre las dificultades que impiden afinar más las predicciones, está la complejidad de hacer modelos del comportamiento de la atmósfera, la dinámica del objeto y las limitaciones en el seguimiento de la Tiangong-1.
Tiangong 1, primera estación china, fue lanzada en 2011 y ya culminó su ciclo de servicio. Alcanza las 8,5 toneladas de peso.