Lo que ya se vivió en Bilbao ha vuelto a repetirse. En plena línea de meta, varios activistas irrumpieron en la carretera para impedir el paso de los ciclistas, lo que llevó a la organización a tomar una decisión inédita por segunda vez en esta edición: neutralizar la etapa antes de lo previsto.
"Debido a una protesta que está bloqueando la carrera, el ganador de etapa y los tiempos para la clasificación general se decidirán a 8 kilómetros para la línea de meta", ha publicado la organización de la Vuelta España. En ese punto se dio por concluida la jornada con Egan Bernal como vencedor.
La situación se agravó con otro incidente aún más peligroso. Según confirmaron fuentes policiales, un grupo de manifestantes llegó a talar un árbol y colocarlo en mitad de la carretera a la altura de Morgadáns, bloqueando por completo el recorrido.
La imposibilidad de retirar el obstáculo a tiempo precipitó la decisión de la dirección de carrera, que priorizó la seguridad de los corredores ante el riesgo de nuevos altercados.