El Cabildo de Lanzarote ha expresado su más enérgica condena ante el reciente atentado que ha afectado a un grabado rupestre único, ubicado en la Piedra del Majo, dentro del yacimiento de Zonzamas. Este sitio es considerado uno de los más significativos en el ámbito del arte prehistórico insular.
El presidente insular, Oswaldo Betancort, ha declarado que se han puesto en marcha todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos. “No podemos permitir que una parte tan valiosa de nuestra historia e identidad sea destruida por actos vandálicos”, enfatizó Betancort.
Un ataque al patrimonio cultural
El Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo ha denunciado que el atentado consistió en una agresión directa al soporte físico de uno de los grabados, lo que resultó en la fractura de la piedra y la generación de varios fragmentos. Estos restos han sido recuperados y están bajo custodia en las instalaciones del Cabildo, donde se conservan los fondos arqueológicos de la isla.
Este hallazgo fue posible gracias a las rondas programadas realizadas por los vigilantes del Servicio de Patrimonio en diferentes yacimientos arqueológicos. Aunque aún no se conocen los responsables del ataque, la institución ha presentado una denuncia formal y ha solicitado la colaboración de otras administraciones y del Seprona de la Guardia Civil para identificar a los culpables.
Nuevas medidas de protección
El ataque se produce pocos días después de que el Servicio de Patrimonio iniciara nuevas estrategias para proteger estos espacios altamente vulnerables. La ubicación y naturaleza delicada de estas manifestaciones rupestres dificultan su vigilancia, lo que resalta la necesidad de involucrar a la ciudadanía en su conservación.
“Un daño irreparable a nuestra historia” es cómo Betancort describió este incidente. El presidente subrayó que “estos grabados son un legado único, no solo para Lanzarote, sino para toda la humanidad”, haciendo un llamado a protegerlos con firmeza.
Asimismo, Betancort destacó que el cuidado del patrimonio no recae únicamente en las instituciones; es un compromiso colectivo que requiere la conciencia y acción conjunta de toda la sociedad. La preservación del patrimonio precolonial es esencial, ya que representa un legado cultural invaluable que enriquece a toda la humanidad.