Las imágenes que nos han ofrecido de Marruecos después del terremoto son tremendas, sabiendo que la verdad, en un país con un régimen político autocrático como el que este posee, seguro que filtra las imágenes como limita la colaboración de los países del entorno. Es terrible que tiemble bajo nuestros pies el suelo haciendo caer y romper tantos techos en los que ya se malvivía. Algunos comentarios en las redes nos han informado o recordado -según el nivel de información que ya tuviéramos al respecto- que la fortuna de su rey se cifra en 55 billones de dólares. La triste y repetida historia del rico Epulón y de los millones de pobres lázaros.
Me da igual y, sinceramente, me tiene sin cuidado la cuenta corriente de Mohamed VI. Hay personas que sufren y necesitan ayuda y hay que hacer temblar nuestras conciencias y nuestras carteras. En un país en el que no se permite ser, a la vez, cristiano y ciudadano, sí se le permite a Cáritas realizar su labor. Y, si esta rendija de caridad cristiana puede introducirse en la necesidad del prójimo, por ella entraremos. Cáritas Diocesana de Tenerife ha publicado en su web la forma en la que cualquiera de nosotros puede contribuir al aliviar la nube de dolor y muerte que ha dejar el derrumbe social producido por este terrible terremoto. Y que no venga a frenarla la recriminable actitud de sus líderes. Ya sabemos que no siempre tenemos los mejores gobernantes aun pudiéndolos elegir, imaginemos lo que puede ocurrir cuando nos vienen dados…
No cabe duda que los números son distintos del estrecho hacia arriba que del estrecho hacia abajo. 3000 muertos de estrecho hacia abajo son otro cómputo numérico. Todo es tan flexible… Lo mismo que nos dibuja Gallego & Rey de la flexibilidad de nuestra Constitución asimiládola a un chicle. Depende desde donde se miren los números nos despiertan más o menos la conciencia. No sería igual si los 5000 desaparecidos fueran italianos o británicos. Estos son marroquíes.
Una persona es una persona, independientemente de su carnet de identidad y su lugar de nacimiento. Independientemente de cualquier condicionante políticos, económicos, geográficos, culturales o religiosos. Antes de cualquier condición se es una persona. Y Cáritas de Marruecos nos ha pedido ayuda y, evidentemente, les vamos a ayudar.
Se puede estar bajo los escombros tras un terremoto de 6,8 en la escala Richter. La escala lleva el nombre del sismólogo que en 1935 estableció una escala de 0 a 9 asociando la magnitud de temblor con la amplitud de la onda sísmica. El nivel más alto ocurrió en 1960 en Chile, marcando un nivel de 9,5. A este nivel se le denomina terremoto épico o catastrófico.
En Libia el ciclón Daniel ha dejado 2080 muertos y más de 5000 desaparecidos. Seguimos con las matemáticas atravesadas al sur del Mediterraneo. Debemos acostumbrarnos a que nos queden pendientes para septiembre.
Despertemos la solidaridad, por favor.
Si (
No(
