El culebrón continúa. La semana ha sido intensa, todo después de la cambada de peluca de Omar, quien, en el tiempo récord de una sola noche, pasó de estar con Paula a decidirse por Lucía, su ex. Este hecho ha puesto la casa en pie de guerra, dando paso a los primeros posicionamientos: por un lado, los que están a favor de Paula (que a su vez están en contra de Omar) y quien simpatiza con… (bueno, rota
la parejita vamos a llamar a ésta)
la parejaza.
Todo se ha desarrollado muy rápida e intensamente. Los llantos 24/7 de Paula por todos los rincones de la casa son desquiciantes, y no es que sea yo muy partidaria de lo que ha hecho Omar, pero a la Paula no me la creo ni de lejos. Puedo entender (y me cuesta) que le gustara Omar y empezase a sentir cosas por él, pero no nos olvidemos de que fue la mismísima Paula quien dijo que no se había enamorado nunca. Y ahora viene de enamorada (“
tejiendo lunas en la madrugada”, como diría David de María), muy dolida por haber estado un par de días tontos con una persona (¡Omar, ni más ni menos!). A mi hay algo que no me cuadra.

Sinceramente lo que yo creo es que esta niña, que va de tan inocente por la vida, se ha comido mucho Gran Hermano y sabe que, para bien o para mal, aquí lo que mola es el victimismo. Me parto de risa con la actitud que está adoptando el resto de los integrantes de Guadalix hacia Paula, porque lo que no saben es que gracias a ello le están regalando sus boletos para el premio final, y a poco de llegar al mes de concurso parece claro que Paula va a ser la ganadora de esta edición. Espero y deseo que no, pero no me gusta nada el andar de la perrita.
Por otro lado, tampoco entiendo que lo único que se oiga en la casa sea el respeto que le debería tener
la parejaza a Paula. ¡¡¡¡Perdón!!!! ¿Nos olvidamos de cómo actuó Paula con Omar el día que entro Lucía a la casa? No tuvo respeto alguno, que sin duda le debía, ya que por mucho que ella quisiera engañarse a sí misma, era su ex hacía sólo… ¡¡¡3 días!!! ¡3 días, olé la Pepa! Todos los que hemos tenido una relación de ese tipo, que somos la mayoría, bien sabemos que eso no es aún una ruptura definitiva.
Pero bueno, sin desviarme del tema, lo que tengo claro es que la actitud de Omar no me ha gustado nada, me parece un
chulopiscinas y con la mayor falta de empatía jamás vista. La posición de Lucía puedo llegar a entenderla un poco más, y aunque no creo que sea la mejor, entiendo que tuvo miedo de perder a la persona a quien ama y dejó a un lado todo lo sufrido esos días antes de entrar en el concurso. Y luego está Paula que como ya he dicho no me la creo absolutamente para nada, su victimismo barato del todo bien no “
me huele", como ella bien dice.
Entramos esta semana en terrenos pantanosos, ya que
la parejaza está nominada junto a Jonathan, y ya sabemos por experiencia como surgen extrañas metamorfosis cuando se está al filo de navaja.
Para más inri la gente quiere echar a Lucía antes que a Omar para ver qué pasa con él y con Paula (¡vaya tela!), aunque no creo que ésta sea tan tonta de echar el concurso por la borda cayendo otra vez en las riendas de Omar, de quien sí lo espero todo.
La gente criticará todo lo que quiera, pero nadie podrá contradecir que gracias a esta situación el concurso se ha puesto de lo más interesante y está haciendo que no perdamos ojo ni un momento a las galas, resúmenes y 24h.

Para finalizar, me gustaría comentar la segunda expulsión, Mayca, la hermana limpiadora cordobesa. Yo prefería que se fuera
FalShaima, una hipócrita en toda regla, pero realmente Mayca no parecía dar mucho juego en la casa, limpiando aquí y allá, cocinado y con la crítica por montera. Así que Mayca, ¡
pa tu casa!
¡Ay, que ganas de que llegue la próxima, y seguro reñidísima, expulsión, ya que aunque por la redes se especule con la idea de echar a Lucía antes que a Omar, no me gustaría que esto sucediese ya que para mi gusto
el pelos se ha buscado él solito el odio de la mayoría de los espectadores, así que a ver que va pasando… Os mantendré informados. ¡Miles de besiiitosss y nos vemos el domingo en el DBT!