Va a hacer casi un mes que comenzamos la desescalada y no pueden dejar de sorprenderme los números tan maravillosos que, de repente, nuestro gobierno anuncia de los casos de infectados por el coronavirus, lo cual me hace pensar que, o este virus ha desaparecido con una rapidez impresionante, o alguien mentía antes, o lo hace ahora.
Por alguna razón no me salen las cuentas. Tras dos meses de confinamiento y un número elevadísimo de afectados, de repente, comenzamos a salir todos a la calle y da la sensación extraña de que el virus se ha transmutado de golpe y todas las razones que nos dieron para quedarnos en nuestras casas durante dos meses han desaparecido.
De repente, en los hospitales ya casi no hay casos y parece que todo está controlado.
Muchas personas comienzan a juntarse en grupos grandes, ir al futbol, de fiesta y de bares, como si ya todo estuviera superado.
Da la sensación de haber pasado la varicela y que, de golpe y porrazo, al día siguiente, ya todo ha desaparecido.
Hablo con personas que anhelan comenzar a realizar cenas, encuentros sociales y reuniones de forma masiva, sin más, porque el gobierno ya ha levantado el 'toque de queda', al que casi nos tenía acostumbrados durante estos dos meses.
Yo no quiero ser mal pensada, pero son muchas las cosas que no me cuadran en estos meses, y sobre todo actitudes de las personas con las que comparto diversas opiniones al respecto.
Algunos me tachan de exagerada por sentir cierta preocupación o incomodidad a una situación resuelta mágicamente, y más en mi caso, que, habiendo superado el coronavirus y en teoría siendo inmune al virus, me alegan que debería de tener muchas ganas de salir corriendo a celebrarlo.
No obstante, no es así y carezco de esas ganas repentinas de sociabilizar, sino todo lo contrario; no me apetece en absoluto hacerlo, porque me da en la nariz que toda esta magia no es tal, y que dentro de poco tal vez nos den alguna nueva sorpresa.
Pero bueno, no quiero ser pájaro de mal agüero, como algunos tachan en replicarme, y parece que debemos tener confianza de que, tal vez, lo peor ya esté superado.
Aunque, queridos lectores, a mí me da más en la nariz que detrás de todo esto se esconden maniobras económicas y políticas que escapan a nuestras manos y que, posiblemente, una vez más seguiremos engañados como hacen siempre con nosotros.
Así que, para no ser discriminada, tendremos que fingir nuevamente una sociabilización que les interesa a nuestros gobernantes que tengamos para volver a recuperar la economía perdida durante estos meses, la cual, se olvidan de puntualizar que ya estaba maltrecha y herida de muerte.
Pero bueno, como ahora debemos creer en la magia, haremos el paripé una vez más, pensando que nuestros dirigentes saben de lo que se trata el tema y lo que más nos conviene a nosotros, y deberemos creer que están velando por nuestra salud y no por su silla y sus votos.
Tal vez así ellos duerman más tranquilos, aunque una servidora no pueda conciliar en sueño, porque no se cree nada de lo que nos cuentan y, simplemente, ha decidido seguir dando coba a los 'cuenta cuentos' populares que gobiernan nuestro país.
Si (
No(
