
La actriz ha vuelto a demostrar por qué el
desnudo es algo bello, posando de lo más sugerente para el objetivo de
Mario Sorrenti.
Scarlett ha dejado al descubierto una vez más parte de sus
sinuosas curvas aunque esta vez, se trata de algo consentido.
Después de haber dejado atrás la
polémica de las fotos que un hacker robó de su teléfono y distribuyó por Internet, Johansson se ha dejado fotografiar para un completísimo reportaje en
Vanity Fair.
En la entrevista reconoce que el destinatario de las picantes imágenes suyas desnuda en el baño eran para su exmarido,
Ryan Reynolds pero la picardía y la indiscreción de un experto en nuevas tecnologías hicieron que al final fuesen vistas por medio mundo.
Esta vez Scarlett
sabe muy bien que la están fotografiando y, con la mirada melancólica y la espalda al descubierto,
ha seducido a la cámara.
A pesar de que las exigencias del guión de su nuevo trabajo -
Under The Skin- la obligan a llevar el
pelo moreno, en este reportaje seguía llevando ese rojo panocha que exigía su personaje de
Los Vengadores'
Ella sigue viviendo un espléndido momento profesional de la mano de una apretadísima agendas llena de proyectos y además ya podrá dormir más tranquila sabiendo que la policía ya ha detenido al acusado del robo de sus fotos:
Christopher Chaney, que se ha declarado inocente de todos los cargos y está a la espera de ser juzgado el próximo 27 de diciembre.