Giorgo Armani disfruta en Formentera de unos días de vacaciones rodeado, como ya nos tiene acostumbrados, de un séquito de chicos
jóvenes, fornidos y guapos. El modisto, ataviado con un minúsculo slip azul y luciendo bronceado y
cuerpazo a sus 77 años, pasó una jornada playera y disfrutó de las
atenciones y masajes de uno de sus acompañantes.
El joven, con un bañador de la firma de Armani, se mostró
muy cómplice con el modisto italiano al que llegó a masajear la espalda e incluso
pellizcar un pezón, sin que el rey de la alta costura se molestara por la broma. Es más, ambos se prodigaron numerosas muestras de afecto dando a entender que son más que amigos.
Tras la jornada playera, Armani y sus amigos se subieron a una pequeña embarcación para navegar por las aguas del Mediterráneo dando así por finalizado el día.