Los ministros y ministras de Cultura del mundo han reafirmado la cultura como un derecho humano en la declaración final de Mondiacult 2025. Durante el evento, se acordó impulsar la cultura como un Objetivo de Desarrollo en la agenda global post-2030. El ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, destacó que las conclusiones de este encuentro influirán en futuras citas internacionales, subrayando que una transición ecológica justa y una paz duradera requieren una sólida dimensión cultural. La declaración fue presentada junto al subdirector general de Cultura de la UNESCO, Ernesto Ottone, y la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
En un evento de gran relevancia internacional, los ministros y ministras de Cultura de diversos países han reafirmado la importancia de la cultura como un derecho humano. Esta declaración se enmarca dentro de las conclusiones finales de Mondiacult 2025, donde se ha acordado impulsar la cultura como un objetivo clave en la agenda global que seguirá a 2030.
El ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, junto al subdirector general de Cultura de la UNESCO, Ernesto Ottone, presentaron las conclusiones del encuentro. Durante el plenario ministerial de clausura, Urtasun destacó que “las conclusiones de Mondiacult 2025 resonarán en las próximas grandes citas internacionales como la COP30 de Belém”.
La voz de la cultura en el futuro
Urtasun enfatizó que llevarán “la voz de la cultura allí donde se decidan los futuros de la humanidad”, subrayando que no habrá una transición ecológica justa, ni paz duradera, ni democracia sólida sin una dimensión cultural que las respalde. Este compromiso refleja una creciente conciencia sobre el papel fundamental que juega la cultura en el desarrollo sostenible y en la cohesión social.
La participación activa de líderes culturales en eventos internacionales será crucial para garantizar que la cultura sea considerada en las decisiones políticas y sociales que afecten a todos los ciudadanos. La declaración final es un paso significativo hacia el reconocimiento universal del valor intrínseco de la cultura.
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