www.canariasdiario.com

Números primos

Por Julio Fajardo Sánchez
viernes 26 de septiembre de 2025, 12:18h

A veces me siento como un número primo. No soy divisible ni múltiplo de nada. Quiero decir que es difícil formar familia con otros que no sean igualmente primos como yo. No somos muchos. Los más que abundan son los pares. También los impares, pero ahí estamos incluidos nosotros. A pesar de todo somos infinitos, pero de una infinitud menor.

Los números primos sirven para muchas cosas, para las particiones, la criptografía y últimamente para algunos estudios cuánticos. A pesar de no ser tan abundantes estamos ahí como excepciones influyentes, siempre a expensas de lo que decidan la mayoría de los otros números, que son los que llenan abundantemente el espacio lineal dedicado a su correspondencia con la continuidad. 1,3,5,7,11,13,17,19; si en 20 somos 8, representamos un 40% lo que no está nada mal si lo comparamos con los pares y los impares, que son el 50% cada uno, aunque los últimos nos contengan como una garrapata. Haciendo las cuentas, a los impares que no son primos les dejamos solo la posibilidad de ser un 10%.

Esta mañana me he puesto a pensar en lo de las singularidades y no son tan escasas como creía. Entonces podríamos crear sociedades basadas en primos con la holgura suficiente para imponerse. De hecho creo que es así y que la masa formada por los pares y los impares que no son primos se ve influenciada de alguna manera por aquellos que somos considerados raros y únicos. Realmente no tengo ningún dato para incluirme en el conjunto de estos números especiales, pero si lo puedo hacer en otra rareza que es la de los capicúas por nacimiento. Nací el 24/4/42 y esto si me otorga la condición de no compartir con demasiada gente esta circunstancia. Mi hermano José Luis también es un palíndromo como yo 1/4/41. La unicidad es algo que va implícito en el ser, como la individualidad, pero la vida solo es posible por medio de asociaciones de iguales que en realidad es lo que somos hasta que llegamos a la última partícula indivisible. Por esto los primos son una imagen, un recuerdo de esa condición singular.

¿Qué es lo que me hace sentirme un número primo? Quizá solo sea una sensación de desarraigo. Entonces siento una necesidad acuciante de comunicación, de identificarme con mis iguales y deseo fervientemente asimilarme con los pares, ser múltiplo y repetido de algo común. Por eso escribo, que no es otra cosa que responder a ese instinto de identificación con los demás que mi condición de primo no me permite desarrollar con la amplitud suficiente. El problema es que para conseguirlo tengo que aislarme, sentir mi individualidad para poderla transmitir y que produzca la sorpresa que no existe en la multiplicidad. A pesar de todo me gustaría ser par, pertenecer a esa gran familia que tiene tantas posibilidades de identificación. Por eso me gustan tanto las potencias de grado 2, las que provienen del teorema de Pitágoras, cuyas ternas son irrepetibles según Fermat.

Interrumpo este escrito porque ha llegado a mi teléfono una alarma de protección civil de riesgo volcánico en Garachico. Corto y cierro.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios