Llegó la primera derrota de la temporada oficial, esta vez en casa. La UD Las Palmas cedió los tres puntos al Málaga (0-1), que sacó brillo al solitario tanto logrado en la primera parte por Rafa Rodríguez. Antes y después del gol los amarillos se esforzaron por congratular a los 22.039 aficionados que asistieron este domingo al Estadio de Gran Canaria, pero no encontraron el gol por poste, imprecisiones y actuación del portero visitante Herrero.
El técnico García Fernández optó por recibir al Málaga sólo con un cambio en el once titular, con el relevo de Cedeño por el capitán Loiodice. Con este mismo perfil que logró la victoria en Córdoba, los amarillos afrontaban un choque ante un rival que había presentado alta posesión en las dos primeras jornadas. Y que además abordó el encuentro con notable vocación de generar problemas a la salida de balón local. Su incisiva presión fue el primer problema que debió encarar el conjunto grancanario.
Sin embargo, tras unos minutos de estudio mutuo, Las Palmas fue quien primero pudo anotar con dos ocasiones en tres minutos. Ale García disparó de volea acrobática en el minuto 12, con rechazo del larguero. Y en el 15 fue Marvin Park el que golpeó con potencia el cuero dentro del área, obligando a Herrero a desviar a córner con una mano.
El encuentro estuvo detenido durante seis minutos por debate arbitral, que no se saldó a favor de lo que en principio pareció evidente. El defensa visitante Víctor García había tocado con la mano el balón dentro del área, pero en la revisión exhaustiva de la jugada los colegiados decretaron fuera de juego previo de Milos Lukovic, invalidando todo lo posterior.
Ese acontecimiento pareció sedar el ritmo de juego hasta el descanso del partido, con la sensación de no haber logrado aprovechar Las Palmas los momentos en los que pudo inaugurar el tanteador, a pesar de ofrecer más veneno que su rival en el juego ofensivo.
Sin embargo, al borde del descanso, el primer disparo malagueño acabó en las redes de Horkas. El 0-1 tuvo su origen en una pérdida en el centro del campo, exprimida por Rafa Rodríguez con un certero disparo lejano que se coló junto al poste.
Las Palmas afrontó el segundo tiempo por detrás en el marcador, algo que sucedía por vez primera en la temporada. Se esforzó en buscar el empate a través de la posesión y las combinaciones. Remataron sin éxito Recoba, Manu Fuster y Loiodice con algunos lanzamientos desviados e intervenciones del portero Herrero.
El primer cambio amarillo de la tarde fue la entrada de Jonathan Viera, ovacionado por los aficionados, en un claro intento de refrescar la idea en ataque ante un Málaga que mostraba peligro en sus contragolpes.
Los últimos 20 minutos fueron prácticamente un asedio al área andaluza, pero todos los intentos isleños acabaron sin el éxito buscado.