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Elecciones entre postureos y cobardías

Por José Luis Azzollini García
lunes 16 de junio de 2025, 11:30h

La España nuestra; esa querida España que cantara Cecilia allá por el año 1975, sigue preguntándose, hoy en día, dónde estarán sus ojos y dónde la cabeza. Y no es para menos, pues con la que está cayendo, lo normal sería cerrar los ojos, taponar los oídos y meternos en un convento. Tal vez, desde ese recogimiento, tendríamos un conocimiento menos desagradable que, el que nos está haciendo pasar, quienes obtienen su sueldo del erario.

Cuando hace algunos años atrás, comenzamos a leer, oír o ver noticias que hablaban abiertamente de procesos de corrupción en los que parece ser estaban metidos gente muy cercana al Partido Popular que era quien nos gobernaba, no pensábamos que pudiera ser verdad. No, al menos con tanto descaro. Pero sucedió que la Justicia tiró de leyes y hubo procesamientos de gente, a priori, muy poderosa. Algunos entraron en la cárcel, llevándose en su petate, su información, o tal vez guardándose esas cartas marcadas para un posible bestseller; pero eso es otro tema. Otros, sin embargo, pretendieron seguir en el machito, pero la presión política y una moción de censura, consiguió el resultado que buscaba la oposición y hubo un cambio de gobierno. También hubo bodas inesperadas tras el cambio, pero eso también, ya es parte de la historia casposo-política de nuestra querida España. Esa España nuestra.

Pasados algunos años, estamos nuevamente metidos en eso que han venido a llamar el “juego político”. Algo así como un “Monopoly©”, pero donde las fichas y los billetes no son de plástico o de papel barato. Muy al contrario, el juego en el caso que nos ocupa ahora, donde la presunción de inocencia deberá seguir siendo una máxima -reconozco que sea una tarea difícil de mantener-, parece ser que es con moneda de curso legal. Tan tremenda es la cosa que, en algún medio y por boca de algún político, ya se habla directamente de actitud mafiosa. Las famosas “mordidas” que, en las películas, se nos muestran como algo habitual en países de los llamadas tercermundistas -Nunca he entendido muy bien la clasificación-; en esta España, solo se pensaba que era cosa de la propia industria cinematográfica. Pues va a ser que no; resulta que ahora salen a relucir que dicha práctica se ha convertido en una auténtica forma de negociar. En el circo del actual gobierno, las goteras se han convertido en auténticos chorros de agua, por la mala gestión de quien/es tenían que haberse asegurado que la lona fuera de una calidad a prueba de presuntos corruptos. Insisto en que me cuesta escribir lo de la presunción. Una unidad Operativa de la Policía Judicial, nos ha dejado un dossier de unas cuatrocientas y pico páginas que, seguramente, formará parte del tocho que se usará en los procesos que se abran a todos estos protagonistas que aparecen en los audios y/o sus transcripciones a papel.

Ya nadie se esconde en iniciales, tal y como hacía con cierto y ahora asqueroso pudor, el secretario del partido que perdió la moción de censura que he anotado en párrafos anteriores ¡Sé fuerte! Ahora, directamente se habla entre ellos por sus nombres o como mucho, por algún mote que entre quienes forman parte de la supuesta trama, tiene su significado. Pero cuando de quien se habla es de las chicas a las que se invitará a tal o cual reunión de ocio, ahí se describe perfectamente hasta el perfil y habilidades “curativas”. Cuando de lo que se trata es de hablar de dinero, ya no se hace mención a mil euros para X.X. y diez mil para Y.Y.; sino que se habla de quinientos mil euros a repartir, o de cantidades que se han de asustar por no estar seguro que dichas sumas se puedan esconder en facturas de un bar.

Con todo lo expuesto, parece necesario reconocer que en los dos grandes partidos de este país, aunque se puedan cocer habas, también es verdad, y se da por descontado, que tiene que haber gente seria, responsable y honrada. Vaya por delante mi gratitud pero, también, un reproche. Gratitud por seguir siendo leales al juramento o promesa que tuvieron que hacer al aceptar el Acta, en lo que respecta a servir al pueblo al que se deben. O al recoger la cartera Ministerial o cargo de responsabilidad máxima en la Administración Pública y ser responsable con la pulcritud que debe conducirse en dicho cargo. Pero como dije, también tengo un reproche, pues una vez que ya han sido puestos al día -como el resto de la población española-, sobre todo lo que ha estado pasando en su entorno político por la prensa y la UCO, me pueden decir ¿qué narices hacen manteniendo su escaño y votando lo que marque el del “dedito”? ¿Cómo se puede seguir trabajando en un determinado cargo, cuando se sabe que sus primeros espadas, están siendo metidos en legajos jurídicos con visos de haber metido la mano en la “lata del gofio”? Ojo, no hablo de los técnicos a cuyo cometido se llega por la vía de las oposiciones; me estoy refiriendo a esos otros puestos a los que se llega por ser afín al partido que ostenta la responsabilidad de gobernar. ¿Les ofendería que alguien pueda pensar que ustedes, son del mismo proceder que quienes han salido en la foto?

Creo que ya va siendo hora de que se escuche de verdad al pueblo que está clamando un cambio de actitud. Para el Señor presidente se me ocurren dos posibles soluciones: la primera sería la más digna, pues hablaría del reconocimiento de que su proyecto no ha servido para dignificar la política en la que él participa de forma activa. Una dimisión dando un paso a un lado para que alguien de su equipo tome las riendas, aunque pudiera parecer imposible encontrar una persona cualificada dentro de su gabinete, podría darnos un respiro. Aunque, lo que ya se pide con insistencia, desde muchos sectores de la población española -incluidas muchas personas afiliadas o simpatizantes del Psoe-, es la segunda propuesta: una convocatoria de elecciones y que sea el pueblo quien dirima como resolver la situación de caos que vivimos en la actualidad. Señor Presidente, su talante compungido al pedir perdón en público, ya lo practicó el emérito antes y ya vimos el impacto y credibilidad que originó. Señor Presidente, sus palabras tienen toda la pinta de ser un nuevo “paripé” para “Jalar por el resuello[1]. ¿Se atrevería a encargar la auditoría que ha mencionado, a una empresa propuesta por la UCO? Cuando habla de reestructurar sus órganos directivo/ejecutivos, ¿Por qué no se muestra como un verdadero líder y comienza por quien ha permitido las goteras? Señor Presidente, una buena parte de la población de su país, ya estamos hartos de tanto postureo y edulcorantes.

Para el responsable de la oposición, también le propongo que lleve a cabo una Moción de Censura y que salga el sol por Antequera[2]. ¿Qué no cuenta con los votos necesarios para que prospere? ¡Qué más da! Lo prioritario ahora no son sus intereses, sino los de la población en general. Con esa acción, quedará retratado todo el espectro parlamentario de cuál será la postura ante los españoles y las españolas. Y, a la hora de votar, nos dirán en qué tablero juegan.

[1] Jalar por el resuello (de Halar por el resuello).- Canarismo que significa aspirar profundamente.

[2] Antequera es un punto situado al Este de Tenerife, que es por donde se produce el amanecer en la isla.

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